León ha tomado la delantera a Zamora en la ejecución de su nuevo Museo de Semana Santa, un proyecto que tiene ciertas similitudes dado que se trata de una aspiración de la ciudad vecina que se remonta medio siglo atrás. La colaboración entre el Obispado -que ha cedido el Seminario Mayor de la Diócesis para las instalaciones- y las instituciones públicas, que se encargan de aportar el dinero, permitirá comenzar de inmediato las obras en varias fases de ejecución.

Si acaso el modelo leonés puede servir de espejo para Zamora, la ciudad que gobierna el popular Antonio Silván tendrá un centro expositivo de 5.000 metros cuadrados que será posible gracias a una inversión de cinco millones de euros. Hasta la fecha, los únicos datos que han trascendido del proyecto zamorano ha sido el de la ampliación. El presidente de la Junta pro Semana Santa, Antonio Martín Alén, habló de algo más de un millón de euros para adecuar las instalaciones actuales. Sin embargo, esta vía está en punto muerto después de que las pretensiones de los propietarios de los edificios que la Junta tendría que adquirir para sumar más de 600 metros cuadrados necesarios hayan hecho desistir al órgano de hermandades y decantarse por la opción de San Martín.

En el caso vecino, cuya Semana Santa ha tomado altura desde la puesta en marcha de la declaración de fiesta de interés turístico internacional, el proyecto echa a andar con el 20% del presupuesto total comprometido. A partir de ahí, el flujo de dinero condicionará el avance de un diseño que se ejecutará en tres fases. La filosofía principal también tiene cierto parecido a la zamorana, dado que el nuevo centro tendrá las dimensiones adecuadas para albergar pasos voluminosos como los de León, con un sistema que permita la contemplación desde distintos ángulos.

No todos los pasos

Asimismo, el proyecto contempla la ejecución de un taller de restauración, así como una sala multimedia. Uno de los aspectos clave tendrá lugar cuando la comisión que se ha formado para llevar a cabo el proyecto decida qué obras se trasladarán desde sus emplazamientos actuales al nuevo museo. Es decir, que no todos los pasos se exhibirán al público, un aspecto que, antes o después, tendrá que afrontar la Junta pro Semana Santa local.

Por otro lado, la fuerte implicación de la diócesis de León condicionará el contenido, con futuras exposiciones temporales que hablen del contenido de otros lugares del territorio diocesano.

En León -como en Zamora- hablan de reivindicación histórica, perseguida las últimas cinco décadas. En la capital, el Museo acaba de cumplir medio siglo y espera el relevo de un centro con las características del siglo XXI.