15 días después de la apertura de la piscina Sindical, Patricia Martín Sánchez, socorrista, habla sobre las reglas básicas a tener en cuenta a la hora de tomar un baño. Los niños pequeños y los adolescentes son los principales focos de atención

-¿Cuáles son los consejos básicos desde el punto de vista de una socorrista profesional para prevenir los riesgos habituales en las piscinas?

-Es las piscinas municipales no hay gran peligro de ahogamiento en realidad. Los principales consejos van orientados a los más pequeños: que no corran, que se protejan debidamente del sol y, en el caso de que no sepan nadar, que permanezcan en la piscina pequeña. También tenemos especial cuidado cuando están en la "playa piscina", que es la zona que une la piscina y el césped, para evitar resbalones y caídas que puedan ocasionar un accidente, así como advertirles para que no se tiren unos encima de otros en sus saltos hacia el agua.

-¿Cuáles son las principales infracciones que se cometen en las piscinas?

-Sobre todo, los saltos de los jóvenes que se lanzan a lo loco al agua, hacen mortales, volteretas e incomodan a los nadadores llegando a impactar en algunos de ellos. Estas son las principales advertencias que tenemos que reprocharles.

-En el caso de piscinas privadas o en embalses, ¿cuáles serían las recomendaciones primordiales de un socorrista titulado?

-Si no hubiera un socorrista, las personas adultas son las que deben extremar la precaución. En especial, cuando hay niños de por medio, los responsables y padres deben estar atentos a ellos, independientemente de que sepan nadar o no. A las personas adultas les sugeriría que no se confíen y que no olviden llevar protección para el sol, aspecto fundamental que se suele olvidar con excesiva asiduidad.

-¿Es el sol un factor de riesgo a tener en cuenta a la hora de tomarse un baño?

-Sin duda alguna. Hay que tener siempre presente los golpes de calor. Si la persona en cuestión lleva mucho tiempo bajo el sol debe introducirse en la piscina con precaución: el agua siempre está a una temperatura menor, está fresquita, y entrar en la piscina o en el embalse de forma abrupta aumenta las posibilidades de sufrir un golpe de calor o un corte de digestión.

-¿Cuál es la forma correcta de actuar en el caso de que se produzca un accidente en el agua y no haya en un socorrista en las inmediaciones?

-Solo hay que seguir una serie de consejos muy sencillos: por un lado, en el caso de sacar a una persona que se haya desmayado en el agua, siempre debemos hacerlo boca arriba y con la cabeza por encima de la superficie del agua hasta llegar a la orilla; por otro lado, una vez fuera del agua, debemos colocarla en posición lateral para evitar que se trague la lengua en el caso de que respire. Si no fuera así y el afectado no respirara, deberíamos proceder a realizar la maniobra RCP (reanimación cardiopulmonar) y por supuesto, avisar a emergencias para que sea atendido por profesionales lo antes posible.

-Últimamente en las piscinas observamos cómo muchos padres nadan junto a sus bebés, ¿es algo recomendable?

-En este caso la responsabilidad recae en los padres y no podemos entrar en esas disquisiciones. No obstante, el consejo que les daría, como socorrista profesional, es que acudan previamente a clases de natación con bebés y en el caso de no haber acudido, que presten toda la atención al bebé y pongan el máximo cuidado posible.

-¿Cuál es la actitud de los padres hacia los niños en las piscinas? ¿Les dejan demasiada libertad?

-No hay un caso generalizado y siempre depende del padre en cuestión. Mi experiencia me dice que los niños están bastante controlados y los padres suelen ponerse del lado del socorrista cuando se les riñe. Aunque siempre hay excepciones en las que los padres no entienden que los socorristas somos los responsables de todas las personas de la piscina y no únicamente de los niños pequeños, quienes en ocasiones gozan de excesiva libertad para la edad que tienen.

-¿Cuáles son las advertencias que más tenéis que repetir a lo largo del día?

-No hay una advertencia en particular aparte de las habituales de no correr o evitar que se hagan mortales. La principal dificultad a la que nos enfrentamos los socorristas es la falta de disciplina de las personas. Vamos, que no nos hacen caso. Sobre todo, los grupos de adolescentes, que en muchos casos te intentan vacilar y no atienden a nuestras amonestaciones; pero es algo diario con lo que hay que lidiar de la mejor manera posible, siempre, por supuesto, haciéndote respetar. Aunque es verdad que tampoco hemos tenido ningún problema hasta la fecha.

-La gente ya conoce los peligros de estar demasiado tiempo al sol, pero ¿hay peligro de estar demasiado tiempo en el agua?

-Las dos cosas van relacionadas. El principal riesgo de permanecer mucho tiempo en el agua proviene del sol, en numerosas ocasiones se olvida el efecto espejo de los rayos solares y las quemaduras se producen de la misma manera que si uno se expusiera en exceso. Por eso, nosotros aconsejamos evitar las horas de mayor peligro, de 12 de la mañana a cuatro de la tarde, y siempre ir protegido debidamente con crema solar.

-¿Cuáles son las principales normas para obtener una buena convivencia entre bañistas?

-El respeto sería la principal norma. El socorrista puede dar indicaciones, como evitar cruzarse de unas calles a otras. Pero recalco el respeto como la principal medida a seguir para conseguir una coexistencia pacífica.