El Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena a 18 años de cárcel para los dos jóvenes condenados por el asesinato del vecino del barrio de Las Llamas, de Jesús H.M. de 53 años, hallado en el embalse de Ricobayo, pena que reduce en dos años la impuesta por la Audiencia Provincial de Zamora, tal y como decidió el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León en noviembre.

Los dos asesinos, de El Nani, de iniciales R.L.S., de 22 años, y Kafú, R.R.S., de 30 años, permanecen en prisión desde 2012, tras el crimen, se benefician así de la reducción de la pena, por considerar los magistrados del Supremo que no se ensañaron con la víctima, a cuya vida pusieron fin en la madrugada del 13 de septiembre de 2012. De este modo, los magistrados del Supremo asumen la sentencia del TSJ, también absolvió al matrimonio sevillano al que la Audiencia había condenado, tras el veredicto del jurado popular, a un año de prisión (seis meses a cada integrante de la pareja) por el delito de encubrimiento a uno de los imputados, al apodado El Nani, de iniciales R.L.S., de 22 años, en su domicilio andaluz para evadir a la Guardia Civil. Los magistrados del TSJ habían apuntado en su fallo que consideran que resultó imposible probar durante el juicio que la pareja supiera que el zamorano huía de la autoridad policial tras cometer un asesinato.

Por contra, rechaza el recurso de los abogados los condenados, de El Nani y de Kafú -de iniciales R.R.S., de 30 años-, que exigían la absolución por la existencia de pruebas directas de que fueran autores de la muerte del vecino de Las Llamas, donde reside el más joven de los procesados con su familia, el clan de los Chinche. El Supremo, sin embargo, admite, con la sala de lo Penal, parte de ese recurso de los abogados de El Nani y Kafú, ya que estiman que "todas las maniobras" que llevaron a cabo con su víctima "iban encaminadas a matar", por lo que no hubo ensañamiento. Los asesinos llevaron a su víctima un lugar indeterminado para golpearle "con un objeto duro y romo, causándole heridas muy graves en la cara y traumatismo craneoencefálico y de mandíbula", estrangularle y asfixiarle, según la Audiencia.

El vecino de Las Llamas murió cuando se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas y los dos condenados, que se habían puesto de acuerdo para matarle, según el jurado, "procedieron a estrangularle con una mano, mientras le introducían tierra en la boca y empujaban con mucha fuerza sobre el abdomen hasta producirle una fuerte comprensión, lo que, junto con la estrangulación y sofocación, produjo la muerte". De inmediato, "le colocaron en la cabeza una bolsa de plástico" del Sacyl, "le ataron pies y manos con una rodillera y cables", le trasladaron "dentro del maletero" de un coche "al embalse" de Ricobayo, "arrojándole al agua".