Además de la falta de recursos tanto materiales como humanos y de un censo de las parcelas privadas, el equipo de Gobierno municipal añade otros argumentos para justificar el retraso en los trabajos de desbroce. Sobre todo una, la influencia de las inclemencias meteorológicas de la primavera, que no por repetida deja de tener su relevancia en el aspecto que presentan ciertas zonas de la ciudad. La estación de las flores y las intensas lluvias que le han acompañado han favorecido la aparición de maleza en los solares. Desde la Concejalía de Urbanismo, Medioambiente y Obras Públicas achacan a las copiosas precipitaciones el desborde en las tareas de limpieza. No obstante, este escenario no convence a algunos vecinos afectados, que creen que debería haber servido de aviso para preparar el plan de adecentamiento con mayor eficiencia: "Este año ha llovido mucho y deberían haberlo previsto con anterioridad".