La repetición de las elecciones no parece haber supuesto un cansancio especial para los votantes zamoranos, y de hecho la participación superó el 70%, cinco puntos por encima de los comicios de diciembre. Pero no en todas partes. En una mesa de la Casa de Cultura de Benavente, de hecho, ganó la abstención por mayoría absoluta, al lograr más del 50% del apoyo de los censados. Y los votantes ganaron por los pelos a los abstencionistas en Torregamones y Peleas de Abajo, ambos con más del 47% de objetores de las urnas. En el lado opuesto están los vecinos de Brime de Urz, con más del 90% de asistencia a las urnas, los de Santa Croya de Tera, que se acercan a ese registro y los de Castrillo de la Guareña, con menos del 12% de abstención.

Curioso resulta también el caso de Casaseca de Campeán, donde un 8,45% de los votos fueron declarados nulos. Es un pueblo pequeño, por lo que un puñado de votos nulos da ese porcentaje tan alto. Superaron el 5% de votos nulos Villardondiego, Jambrina y Gallegos del Pan. Sin embargo, en 52 mesas electorales de la provincia no se rechazó un solo voto por contener alguna irregularidad.

Las localidades con más votos en blanco han sido Cabañas de Sayago, Piedrahíta de Castro y Fuentesecas, todas con en torno al 5% de sufragios de este tipo, que no suelen ser habituales, y de hecho en 84 mesas de la provincia no se recibió un solo sufragio de tales características.

Las mesas con más censo están en el Arias Gonzalo de Zamora, con 996 votantes, el San José de Calasanz, con 963 y la sede de Dominicos en Toro con 951 votantes. Las menores en Quintanilla del Olmo, con 43 votantes y Matilla la Seca y Villageriz con 43 cada una.