Los resultados de las elecciones del pasado domingo avalan el aumento del apoyo al Partido Popular en la provincia. "Hemos recuperado 4.000 votos, que sumados a los 2.000 ya recuperados el 20D nos lleva a que 6.000 ciudadanos han recuperado la confianza del PP en un año", calculó el presidente del partido en Zamora, Fernando Martínez Maíllo, quien ayer estuvo al frente de la junta directiva del partido en la capital.

"Estamos muy satisfechos del trabajo realizado por todo el partido, que se ha movilizado de manera importante para esta campaña, donde se ha conseguido que más de 52.000 zamoranos hayan dado su confianza al PP de una manera abrumadora", valoró el vicepresidente de organización del PP nacional.

"Esta victoria supone un ejercicio de responsabilidad para los representantes que tendrá Zamora tanto en Congreso como en el Senado, que serán los encargados de llevar el nombre y las propuestas de la provincia. Al final, cuando España funciona, hay empleo y crecimiento económico, eso también se nota también en conjunto de la sociedad zamorana. Esperamos estar a la altura de las circunstancias tras esa confianza dada por el conjunto de los zamoranos", indicó.

Por otra parte, Martínez Maíllo destacó el aumento de la participación de los zamoranos en estas elecciones, que se ha incrementado en un 5% con respecto a diciembre. "Se trata de una importante movilización del electorado, que permitirá construir un gobierno estable y moderado porque así lo han entendido los zamoranos". También destacó que el 96% de los municipios del medio rural le han apoyado. "Como político de provincias que me considero, tras doce años al frente de la Diputación Provincial, este dato demuestra la cercanía y liderazgo del PP que cree, confía y apuesta por el medio rural", explicó.

Martínez Maíllo comparó las cifras de los últimos comicios para apuntar que, con los resultados de las generales de junio "Guarido no sería alcalde, porque no habría una mayoría de izquierdas en el Ayuntamiento de Zamora. Y tampoco en Toro ni en Benavente", enumeró. "Con estos resultados, no tendríamos los alcaldes que tenemos, porque en un año han perdido muchísima de la confianza que tenían. El caso más evidente es el de Toro, donde se ha perdido más del 50% del apoyo", puso como ejemplo.

Aunque reconoció que "no son comparables" unas elecciones municipales y unas generales, remarcó que la tendencia que se ha generado en estas últimas "es más que evidente" y aconsejó que "los alcaldes que gobiernan gracias a los pactos de los despachos o los bares tomen nota de esta situación, porque son alcaldes que no han sido elegidos por la mayoría de votos y deberían tener una actitud más humilde y de menos prepotencia hacia el conjunto de la sociedad y la oposición que ganó las elecciones de esos ayuntamientos".