El detenido por la violación de una joven de 19 años en Zamora quedó ayer en libertad provisional, con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el Juzgado para firmar, tras asegurar ante el juez que nunca estuvo con la víctima y que eran varias personas las que tenían llave de su furgoneta, en la que tuvo lugar la agresión sexual la madrugada de San Pedro, el 29 de junio.

El acusado, asistido por una abogada de oficio, mostró, además, su absoluta disposición a someterse a las pruebas de ADN que deberán llevar a cabo los forenses para cotejar el suyo con los de los restos orgánicos encontrados en la joven salmantina que denunció la violación. Esa será la prueba definitiva que concluirá si fue el autor de la agresión sexual o no.

El estado de confusión de la denunciante tampoco le ha permitido ofrecer una descripción detallada del agresor que permita señalar con absoluta certeza que el investigado es el autor del delito y que puedan desmontar la declaración del joven leonés, que afirmó a preguntas del juez y la fiscal que estuvo toda la noche con su pareja. Un dato que la compañera sentimental, que estuvo ayer durante toda la mañana en el Juzgado, corroboró.

El hecho de que el acusado y la víctima se conocieran esa misma noche no ayuda a despejar las dudas sobre la identidad de quien hizo caso omiso a la joven cuando le indicó que no quería mantener relaciones sexuales completas con él. La víctima, que acudió al Juzgado sin abogado, solo pudo ofrecer algunos rasgos físicos de quien la habría invitado a ir a la furgoneta, rasgos que a "grosso modo" coincidirían con los del arrestado, pero que no permitieron al juez estar absolutamente seguro de que se trataba de la misma persona, por lo que, ante las dudas, decidió decretar su libertad provisional.

La víctima presentaba diferentes lesiones en el cuello sobre las que los forenses emitieron también un informe, que tendrá que estudiar la juez que se hará cargo del caso, ya que los primeros interrogatorios los llevó a cabo ayer el juez de guardia, que remitirá todas las actuaciones practicadas hasta ayer a la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de la capital.

La furgoneta estaba estacionada en el barrio de San Lázaro y, al parecer, es propiedad del joven detenido, vehículo habilitado para poder viajar con comodidad e incluso vivir. Hasta allí se habría ido la víctima con quien finalmente abusó sexualmente de ella, según reiteró ante el juez y relató en la denuncia presentada en la Comisaría de Zamora, tras ser asistida en el Hospital Virgen de la Concha. Acompañada en todo momento por una amiga de su misma edad, tuvo que ser convencida para que cursara la denuncia, dada la gravedad de lo ocurrido en la madrugada de San Pedro, hacia las 4.00 horas. La joven fue examinada esa misma madrugada por la forense de guardia, informe en el que se detallan los pormenores del estado físico y psíquico en el que se encontraba la víctima, quien a primera hora de la mañana de ayer ya estaba en el Juzgado de Guardia, con la misma amiga que ha permanecido a su lado continuamente. Por delante, queda una ardua labor policial de investigación para determinar quien fue el autor de la violación, si las pruebas de ADN exculpan al ahora sospechoso.

La joven acudió al cuartel de la Policía Municipal con su amiga para pedir ayuda e informarse de lo que podía hacer tras haber sufrido la agresión sexual, lo que dio lugar a la activación del protocolo para este tipo de delitos, que contempla el inmediato traslado a un centro sanitario y el aviso a la Policía Nacional.