La escala musical del chiflo, una pequeña flauta de plástico, anuncia su presencia en las calles y en instantes una voz masculina ayuda a ubicarle. "¡El afilador!, vocea Tomás López que prosigue la retahíla: "¡Ya llega el afilador... afilo cuchillos!". Unas frases que pronuncia caminando lentamente con su bicicleta a la espera de que llegue algún cliente cargado de utensilios que precisen una puesta a punto.

Tomás López es un hombre gallego de 34 años que lleva más de media vida dedicándose a una jera que aprendió de sus padres. Pendiente de la llegada de algún particular, confiesa que prosigue con el oficio "un poco por la tradición y porque la cosa está muy complicada". Pese a ser parco en palabras comparte que ha pensado abandonar la ocupación "pero... ¿me quedo sin hacer nada en casa?,¿a qué me dedico si lo dejo?" y agrega: "Este es mi oficio".

Los pueblos del País Vasco, Asturias, Cantabria y Castilla y León tienen pocos secretos para este ambulante que pedalea las carreteras de esas regiones tanto en invierno como en verano. "Voy con la bici pueblo por pueblo desde las nueve de la mañana y si algún día estoy cansado, cojo el autobús", testimonia a la par que menciona que "la meteorología es complicada pero ahora todo es duro porque me desplazo y muchas veces no hay clientes. No se vive simplemente se intenta sobrevivir porque en un día bueno como mucho logras 25-30 eurines porque cobras dos euros, un euro o la voluntad por afilar un cuchillo".

Su oficio está en peligro de extinción tal y como él lo concibe, pues los pocos compañeros que siguen "optan por el coche o la furgoneta" y por la merma de clientes año tras año. "Los jóvenes no se plantea ni afilar los cuchillos, los tiran y compran otros. Ahora no se valora el trabajo de un afilador", lamenta. Por su experiencia cita a los "mayorines" como los clientes más fieles y como "saber afilar y tener una buena comunicación con el cliente" las cualidades que tiene que tener un profesional.

Tras Zamora emprenderá rumbo hacia Benavente, La Bañeza hasta Ponferrada... "parando en cada pueblo en busca de algo de trabajo".