La joven Beatriz Cepeda presenta mañana su primera novela "Kilo arriba, kilo abajo" en un acto en el que estará acompañado por el cantautor y poeta Luis Ramos en el salón de actos de la Biblioteca Pública a las 19.00 horas.

-Acaba de publicar su primera novela firmada con el alter ego de Perra de Satán. ¿Por qué?

-Viene de hace mucho años, quizá desde hace más de diez años. Cuando estaban de moda los chats y los foros todo el mundo buscaba un "nick" para identificarte de otra manera. Antes había más misterio en las redes y no dabas muchos datos ni querías decir de dónde eras, se buscaban nombres que no tuvieran nada que ver con el tuyo propio. Se me ocurrió el de Perra de Satán como una provocación. Me parecía que llamaba la atención y así empezó. Cuando comenzó a tomar relevancia fue a través de Twitter, la red social donde más activa soy. Al crearme la cuenta en ella conservé el nombre de Perra de Satán porque me sentía identificada con ese nombre. En Twitter Perra de Satán cobró su propia personalidad, se decantó por el humor y la provocación. Lo que hago en redes y en los artículos que escribo es humor satírico y ácido. Busco la reacción porque soy una persona provocativa pero no en el sentido lascivo, pese a que la novela tiene algún pasaje de sexo, sino que la manera que tengo yo de expresarme persigue hacer pensar a las personas. Utilizo un humor que busca una reacción.

-Su presencia activa en Twitter y en webs le han propiciado la publicación del libro. Explíquenos.

-Desde hace año y medio escribo en la página weloversize.com, una página para mujeres gordas. Mis artículos son bastante leídos y la que es ahora mi editora me dijo que le hacía mucha gracia leerme y como la revolución "curvy" está de actualidad, me propusieron que escribiera un libro de no ficción sobre temas que interesan a las mujeres en el tono de Perra de Satán. Finalmente la trama de la novela es que Perra de Satán decide ponerse a dieta. En el primer capítulo descubre que ha pasado la barrera de los cien kilos y toma cartas en el asunto. Se pone a dieta y su objetivo es perder 30 kilos en un año. Según avanza la historia se desarrollan las reflexiones que tiene Perra de Satán, la protagonista, a raíz de este cambio que encara en su vida como comer menos y mejor, hacer ejercicio, gastarse dinero en una dietista? las cosas normales que tiene que hacer una persona cuando se pone a dieta pero que contadas desde el punto de vista de Perra de Satán dejan de ser normales. Lleva las cosas al extremo. El libro supone una reflexión de por qué nos ponemos a dieta, por qué hacemos cosas que realmente no nos apetecen solo para ser socialmente aceptado.

-¿Critica a la sociedad en la que se nos valora más por cómo somos físicamente?

-No me centro en una crítica porque al ser una trama de un personaje escrito en primera persona a modo de monólogo interior, como si fuera lo que ella piensa sobre las cosas, pero se puede entresacar. Me he centrado en las emociones y lo que siente una persona cuando se pone a dieta y cuando se da cuenta de que está demasiado gorda.

-Un torbellino emocional muchas veces es ignorado.

-Sin duda. Mi libro no es solo para gordas sino que creo que todo el mundo se puede reír porque es una publicación que va a los sentimientos más que a las acciones. De alguna manera todo el mundo se puede llegar a sentir identificado, pues se pasa desde el sentimiento de euforia hasta la decepción cuando se hace más complicado o no funciona.

-La mayor dificultad que ha tenido en la elaboración de la novela...

-Ajustarme al tiempo. Al ser un encargo querían tener el libro cuando antes. Firme el contrato en octubre y se ha publicado hace un mes. Además también tuve que ponerme con las ilustraciones porque la novela cuenta con ilustraciones de Ana Belén Rivero en base a ideas desarrolladas por mí.

-Presenta el libro mañana en Zamora, entre otros lugares, ¿qué está suponiendo el contacto con el público?

-Es la mejor parte. El proceso de escritura ha sido muy divertido y creía que las presentaciones me resultarían más complicadas. Nunca he dado la cara como Perra de Satán y pensé que iba a ser más incómodo. Hasta ahora Perra de Satán siempre ha estado detrás de un ordenador y además la gente que se acerca a hablar conmigo me transmite su satisfacción con la novela lo que me está sorprendiendo porque es una obra para mentes abiertas.

-¿Habrá segunda parte?

-Por mi parte sí me gustaría porque se han quedado muchas cosas en el tintero, pero depende de la editorial y de las ventas logradas por la primera novela.

-¿Qué tiene "Kilo arriba, kilo abajo" de Beatriz Cepeda?

-He intentado que lo mínimo. He escrito la novela pensando como Perra de Satán y ella y Bea Cepeda tienen vidas muy diferentes, aunque claro está que siempre algo queda. El propio tema, el ponerse a dieta, es algo por el que yo he pasado en varias ocasiones. Yo tengo una obesidad diagnosticada. Soy gorda y me enorgullece ser yo misma. Yo he sufrido mucho el estigma de ser gorda. A nivel personal haber sido capaz de reírse de ello ha sido mi gran logro. Beatriz ha tenido que sufrir primero para que luego Perra de Satán se ría después.

-¿Percibe que la denominada revolución "curvy" ha calado?

-Un poco sí, pero no mucho. No obstante cada vez más modelos curvis, que en España llamamos de tallas grandes cuando son modelos que usan la talla 44. Cada vez las mujeres protagonizan portadas y salen en pasarelas de moda como la Cibeles. Se están dando pasos, pero todavía existen muchos estigmas vinculados a la obesidad y el sobrepeso. Creo que por mucho que escribamos que la autoestima es lo más importante y no la forma de tu cuerpo, a weloversize.com nos llegan todos los días mensajes atacándonos solo por el hecho de ser gordas. Si todavía una persona utiliza la palabra gorda para atacarte es que todavía existe un problema. La situación que vivimos la comparo con la que tenían los homosexuales hace un tiempo. Antes decir maricón era un insulto y se usaba como tal. Han tenido que pasar muchas cosas y mucho tiempo hasta que la sociedad lo ha aceptado. Creo que llegará un momento en el que la sociedad no te valorará por el tamaño de tu cuerpo. El camino no ha hecho nada más que empieza.

-¿Qué factores pueden ayudar a que esa senda sea más corta?

-En la sociedad en la que vivimos solo importa lo que reflejan los medios de comunicación. Si hubiera más presentadores gordos o políticos gordos, se darían pasos. La actriz gorda solo interpreta ciertos papeles, algo que no le sucede a los hombres, por lo que llega el mensaje de mantengamos los estereotipos. En televisión es complicado ver personas gordas porque estéticamente es un tabú. Debería de comenzarse por la televisión y las revistas. Hay que reivindicar la figura del gordo pero no hacemos apología sino que por parte de los responsables sanitarios cuando una persona tiene una obesidad solo se le manda al endocrino cuando se está comprobando que la mayoría de las dietas tienen un efecto rebote. Debería tratarse la obesidad de otra manera.

-¿Cómo?

-Deberían crearse equipos multidisciplinares. Por mi experiencia cuando quise poner fin a mi sobrepeso conté con un endocrino, un psiquiatra, que ya no me trata, y un psicólogo. Cuando una persona está gorda toda la responsabilidad recae sobre el paciente. Te ponen una dieta y si no funciona culpan al paciente. Que un paciente se sienta culpable de su propia enfermedad resulta un error.