La mayor parte de la plantilla de General de Cuadros Eléctricos se encuentra desde el pasado miércoles en huelga indefinida contra "los continuos impagos de nóminas por parte de la empresa". Como primera medida de protesta la plantilla se concentró durante la mañana de ayer en la plaza de Alemania, frente al edificio de los sindicatos, "para hacer visible nuestra situación". "GCE no paga ni nóminas, ni Seguridad Social ni a Hacienda y se lo consienten, pero para el fútbol sí hay dinero", se podía leer en la pancarta.

Según los delegados sindicales de la empresa, a día de hoy, GCE debe "a la mayoría de los trabajadores entre cuatro y seis nóminas, dependiendo de cada uno porque se paga en función de las necesidades que tienen los compañeros. No hemos podido más y hemos decidido hacer algo, de ahí esta situación", explican las mismas fuentes.

Cabe recordar a mediados del mes de marzo la plantilla de General de Cuadros Eléctricos convocó ya una huelga indefinida que al final no se llevó a cabo. Unas horas antes de la fecha de la convocatoria de los paros una representación de la empresa se reunió con la parte sindical y se pactó un plan de pagos que, en principio, contentaba a ambas partes y que paralizó las movilizaciones. La empresa, indica la parte sindical, se comprometió a pagar cada mes la mensualidad correspondiente más media nómina de la parte atrasada hasta acabar con la deuda, una suma a la que había que añadir un pago inicial de unos mil euros que se entregó a todos los trabajadores. "Solo se cumplió el primer plazo", argumentan los delegados sindicales de General de Cuadros Eléctricos. "Después se pagó solo a una parte de los trabajadores y en el tercer plazo de pagos ya no se abonó ninguna nómina". A partir de ahí "no hemos visto que la empresa tenga intención de hablar con nosotros, creemos que el acuerdo fue solo para paralizar la huelga durante un tiempo".

La representación de los trabajadores asegura que mantiene abierta la puerta para futuras negociaciones pero que, de momento, "no hemos recibido ningún contacto por parte de la empresa". Sin embargo, y vistos los acontecimientos de finales del mes de marzo, cuando se acordó un plan de pagos "que finalmente no se ha cumplido", los representantes de la plantilla encaran las futuras negociaciones "con mucha cautela, que la empresa venga con el dinero por delante porque ya no nos fiamos. Vamos a trabajar por dinero, no a cambio de nada. Tenemos que mantener una familia, tenemos una casa".

Los sueldos que se deben, aseguran los sindicatos, superan los mil euros en la mayoría de los casos. Sin embargo, en este total "tenemos prorrateada parte de las pagas extraordinarias, porque en la empresa tenemos solo doce pagas y la parte de la extra se nos ingresa por ahí". La situación, denuncian los delegados sindicales, "se dilata desde hace años pero ahora ya se ha vuelto insostenible".