El semanario británico The Economist acaba de publicar en su web un análisis de las elecciones del próximo 26 de junio centrado en las posibilidades de Izquierda Unida y Podemos de superar en las urnas al PSOE para liderar un bloque de izquierdas, que tiene en Zamora su talón de Aquiles por la oposición del alcalde, Francisco Guarido, y los críticos de Alberto Garzón a la coalición Unidos Podemos, en la que concurrirán ambas fuerzas.

The Economist arranca su publicación en la investidura de Guarido como único alcalde de Izquierda Unida en una capital de provincia del país y la anécdota de la llamativa decisión del regidor de volver a tapizar el sillón del vestíbulo de rojo -el color a juego con IU- para explicar los futuros planes de expansión de la formación de izquierdas junto a Podemos en el ámbito nacional bajo las siglas Unidos Podemos, después de que Unidad Popular consiguiera el pasado 20-D casi un millón de votos que solo le reportaron tres asientos en el Congreso.

Zamora es el lunar de los planes nacionales, sin embargo. El semanario británico se hace eco de que en la provincia Podemos es visto desde "una profunda sospecha" y para ello se remite a Miguel Ángel Viñas, coordinador provincial, quien se queja de que "hasta ahora Podemos nos ha tratado con desprecio". El artículo refleja igualmente que, según Viñas, la formación de Pablo Iglesias se está alejando de sus raíces, saltándose promesas como la elección de sus candidatos por las bases, con el ejemplo de la concurrencia del general José Julio Rodríguez por Almería.

En cuanto a Guarido, la publicación destaca la sorpresa que supuso su ascenso al poder en "una de las provincias más conservadoras" del país, tras veinte años de dominio del PP, y refleja que el candidato de IU fue el primer sorprendido de vencer en una tierra de "monjas y curas". En cuanto a las elecciones del 26-J, el semanario refleja que Podemos e IU tendrán que aumentar en votos un 10% para obtener uno de los tres diputados en juego, algo que la portavoz en el Ayuntamiento y senadora en funciones, Clara San Damián, no cree que vaya a ocurrir, aunque sí le preocupa, dice la publicación, que de continuar el aluvión de casos de corrupción, se produzca una reacción en bloque que, como en el caso de Zamora, le quite el poder a la derecha para dárselo a la izquierda más radical.