Es la Cofradía de San Isidro de Zamora una hermandad muy particular, ya que aunque patrono de los agricultores son pocos los hermanos que se dedican ya a ese oficio, y se mantienen como cofrades sobre todo para continuar una bonita tradición. No lo ha entendido así el Ayuntamiento de Zamora, que llevaba "bastantes años" como hermano pero que este se ha dado de baja y ha dejado de pagar la cuota, señaló el presidente, Agustín Arias. Fue la concejala del Partido Popular, Clara San Damián quien levantó el asunto, ya que hasta sus oídos había llegado el rumor: "Espero que no sea cierto". La chanfaina de vísperas dio paso a la misa en la iglesia del Espíritu Santo y ya por la tarde a la procesión, que discurrió por el recorrido que se dirige no hacia lo alto del barrio, sino hacia en centro de la ciudad, por la zona de Las Vegas y Valorio.

Como es costumbre los fieles acompañaron al santo portado a hombros por los cargadores y a durante el recorrido el sacerdote procedió a la bendición de campos, lo que normalmente se considera una rogativa para pedir la lluvia, pero este año se dirige a remediar otros males, ya que no es agua precisamente lo que falta. Al contrario, vendría bien una tregua, "que no llueva más", como decía un parroquiano, cosa que parece se va a ir cumpliendo en los días venideros. Finalizado el recorrido se subastaron los santos y posteriormente en el huerto se celebró la subasta de roscas y el refresco ofrecido por los mayordomos.

Con la procesión de San Isidro Labrador prácticamente finalizaban también las fiestas del barrio, que se desarrollaban desde el día 13, aunque aún quedaba la fiesta flamenca.