El índice de precios al consumo, el principal indicador de la variación del coste de la vida, experimentó un importante aumento en abril en la provincia, de ocho décimas, por culpa sobre todo del fuerte incremento que experimentaron vestido y calzado, seguramente por el fin de la temporada de rebajas invernales y la llegada de las nuevas colecciones de primavera-verano.

Se incrementaron también los precios del transporte, el 0,7% en Zamora y el 0,8% en España a causa de la subida de los precios de los carburantes y lubricantes, que habían bajado meses atrás. En la misma medida han subido las comunicaciones, con una tasa del 0,7% fundamentalmente debida a la subida de los precios de los servicios telefónicos. El último gran grupo que aumentó precios en abril es el de alimentos y bebidas no alcohólicas, un 0,2%, por el incremento de los precios de las frutas y las legumbres y hortalizas frescas.

Sin embargo, frente a la subida del resto del país, hoteles, cafés y restaurantes bajaron sus precios en Zamora, un 0,2%. Un sector relacionado, el del ocio y la cultura, también abarató sus precios, incluso en mayor medida, el 2,4% que se debe sobre todo a los descensos registrados en el viaje organizado. Una buena noticia del IPC de abril es el descenso de los precios en el epígrafe de vivienda, el 0,9%, una décima más que en el resto de España, ya que está causada por las bajadas de los precios de la electricidad y, en menor medida, el gas, compensadas en parte por la subida de los precios del gasóleo para calefacción. El resto de grupos que forman el IPC tuvo un comportamiento más comedido. El menaje mantuvo precios, al igual que la enseñanza, la medicina subió un 0,2% y otros bienes y servicios bajó ligeramente, el 0,1%.