Zamora es el principal bastión de resistencia a la evaluación final individualizada de Educación Primaria, que se realiza entre ayer y hoy en el sexto curso de los colegios de la provincia. De los 24 alumnos que no han hecho la prueba en toda la Comunidad 14 son de Zamora, cinco de Soria, tres de León y dos de Ávila. En concreto, ha sido el colegio Juan XXIII de la capital el que ha registrado una respuesta más organizada, ya que doce alumnos de la clase de sexto han optado por no acudir a clase en la jornada de ayer para evitar el examen, rechazado por las asociaciones de padres y todos los sindicatos del profesorado.

En Zamora son 1.245 los alumnos de sexto de Primaria los convocados para la prueba, 861 de centros públicos y 384 de privados. El delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, defendió la realización del examen, en consonancia con la línea oficial de la Consejería de Educación: "La evaluación, que no tendrá efectos académicos, es un sistema objetivo de señalización de objetivos, contenidos y competencias que deben adquirir los escolares al final de la etapa que facilite la transición a la Educación Secundaria Obligatoria. Además, es una herramienta de contraste sobre el nivel de adquisición de las competencias y un apoyo a la toma de decisiones de los docentes, al ofrecer nuevos elementos para la posible detección temprana de carencias en los aprendizajes". Los alumnos que no han hecho el examen lo realizarán más adelante, aseguró Castro.

La Junta de Personal Docente de Zamora mantiene la unanimidad en contra de una prueba que considera entre otras cosas poco oportuna y segregadora del alumnado. La Federación de padres y madres también está en contra y su presidente, José Antonio Felipe, indica que algunos progenitores han entregado en los centros hojas para oponerse a que se les realice este examen a sus hijos, ya que según la normativa de Castilla y León, no es obligatorio.