Nueve años en algunos casos y hasta doce en otro tipo de controles es el tiempo que llevan oficialmente las aguas del depósito de Carrascal sin analizar, según se ha denunciado desde la asociación de vecinos, tras comprobar los datos en la web oficial del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, dentro del Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (Sinac). "Hay controles de calidad y microbiológicos sin análisis oficial desde hace doce años unos y nueve años otros, así como que análisis programados no se han realizado", resume el portavoz de la asociación, Alfonso Martínez.

Esta situación provoca "miedo" entre los vecinos, que ya utilizan de manera generalizada agua embotellada para su día a día. "El agua del grifo solo se usa para el aseo diario. Para cocinar y consumo propio llevamos tiempo comprando garrafas", afirma Martínez.

De esta manera, los datos que se ofrecen sobre el depósito "no son nada tranquilizadores". En principio, se señala que la primera información que se nos ofrece es que en este depósito "presuntamente se realizan cuatro tratamientos. Hasta ahí todo queda muy bien, pero solamente sobre el papel, en la teoría, porque la página web nos permite consultar lo que se analiza y la fecha de los últimos análisis y ahí saltan las alarmas", explica el portavoz. Además, se da la circunstancia de que los datos del resto de la red de Zamora están con la frecuencia estipulada, los últimos en noviembre de 2015 y febrero de 2016. "¿Por qué esa diferencia de fechas?", se pregunta.

Los responsables de realizar este tipo de controles sanitarios es el propio abastecedor de agua, es decir la empresa Aquona, "que puede disponer de otros análisis, aunque si es así, todavía estamos a la espera de que se nos faciliten", solicita.

Este tema se trató en la última reunión que mantuvo la asociación, donde estuvo presente el concejal de Urbanismo, Romualdo Fernández. A él le trasladaron la petición de que se pusiera en contacto con la empresa Aquona para que publique estos datos. "De momento, vamos a esperar a una respuesta por parte del equipo de Gobierno, pero si continúa el silencio, tendremos que comenzar a barajar el tomar algunas medidas", advierte.

La solución que sugieren los vecinos del barrio es tan sencilla como unir las tuberías de la llegada de agua desde Zamora y de la salida de Carrascal. "Están muy juntas, apenas treinta centímetros de tubo, sería una obra de lo más fácil", afirma Martínez.

"Todo esto nos hace seguir sospechando que no es bueno que el agua que consumimos pase por ese depósito, que es preferible el agua directa que viene desde la capital, que, como se ha visto, está mucho más controlada". apunta.