Es cierto que las estadísticas sobre la llegada de turistas a provincias como Zamora no son fáciles de elaborar. Los encargados de estudiar los datos tienen que fijarse principalmente en los números que elaboran los establecimientos hoteleros de la provincia, los que mejor pueden decir el número de pernoctaciones y los viajeros que han llegado en un determinado periodo de tiempo. A primera vista se trata, como en otros muchos casos, de datos que, aunque admitan una pequeña variación dependiendo del impulsor de la encuesta, deberían ser bastante fiables. Deberían. La cuestión es que el Instituto Nacional de Estadística y la Junta de Castilla y León, a través de su Boletín de Coyuntura Turística editado mensualmente, ofrecen visiones radicalmente distintas de la misma realidad.

El último caso, por lo reciente de los datos que se han elaborado, es el de la pasada Semana Santa. Se trata, sin duda, de los días en los que Zamora alcanza sus mayores grados de ocupación hotelera y son jornadas en las que la población de la ciudad, y por extensión de la provincia, se multiplica. Puede que el elevado volumen de turistas sea una de las razones que explican la enorme diferencia entre INE y Junta a la hora de decir cuántos turistas han llegado a la provincia. El INE hizo públicas hace unos días sus cifras: 17.810 turistas durante todo el mes de marzo, una cifra que se antoja muy escasa teniendo en cuenta el atractivo turístico de la Pasión zamorana por todo el territorio nacional. La Junta también hizo públicos sus datos hace escasas jornadas, y poco tienen que ver con los primeros. Según el Boletín de Coyuntura Turística regional marzo se cerró en la provincia de Zamora con la visita de 30.980 turistas. Son unos 13.000 turistas más, una variación del 73% en una estadística que, en principio, no debería admitir tales diferencias entre fuentes.

La explicación puede encontrarse en la metología que usan ambos estudios. El INE trabaja en "siete días seguidos de cada mes, elegidos aleatoriamente, de tal manera que entre todos los establecimientos cubran el mes completo". Es decir, se puede caer en el error de contabilizar y extrapolar los datos turísticos de un hotel elaborados antes de la Pasión. La Junta usa otro método, un "muestreo aleatorio estratificado en función de la provincia y el tipo de alojamiento". Es decir, pregunta a varios hoteles sobre los datos del conjunto del mes para después sacar conclusiones.

Las diferencias sobre pernoctaciones son igual de evidentes, nada extraño teniendo en cuenta que el muestreo se elabora igual en cada caso. Si el INE indica que los hoteles registraron 30.198 pernoctaciones durante el mes de marzo, la Junta eleva la cifra hasta las 49.448. Las diferencias son también elevadísimas, aunque no tanto como en el caso de los viajeros llegados durante el mes de marzo. Los datos de la Junta son, en este caso, un 63% superiores a los que elabora el INE.