Los cinco detenidos en la capital por trata de mujeres para ejercer la prostitución y proxenetismo, tres de ellos familia, uno menor de edad, y una camarera de un club de alterne del barrio de La Lana, quedaron en libertad con cargos. Denunciados por una trabajadora del local, están investigados también por un delito contra los derechos de los trabajadores, al hacérsele un contrato falso como niñera, y otro de pertenencia a grupo criminal.

El juez de guardia tomó la decisión tras detectar contradicciones durante la declaración, en presencia de los denunciados, de la joven de 19 años que les denunció por obligarla a ejercer la prostitución, según fuentes próximas al caso. La mujer, que fue captada en su país de origen, Rumanía, y es pariente de la familia acusada, llegó a asegurar, incluso, que sufrió maltrato físico durante el tiempo que permaneció bajo la vigilancia de los acusados, detenidos dentro de la "operación Ruta".

La mujer denunció a la Policía Nacional que llegó embarazada a Zamora desde su país sin saber que tendría que prostituirse, con la promesa de un trabajo como cuidadora de un niño menor de edad, un contrato que resultó ser falso, puesto que terminó en el club de alterne, de acuerdo con la información facilitada por la Subdelegación del Gobierno. Al parecer, durante la comparecencia ante el juez y en presencia de los detenidos -como establece el nuevo Código Penal- terminó por manifestar que "sabía realmente que venía a trabajar en un club de alterne y que la familia no le obligaba, aunque el dinero sí se lo entregaba a uno de los detenidos, pariente de su padre", explican las mismas fuentes, cantidades que el ahora arrestado se encargaba de "enviar a la familia de la denunciante" en Rumanía.

Ante estas aseveraciones, totalmente contrarias a las efectuadas a la Policía Nacional, la investigación judicial se centra ahora en determinar si, como mantuvo la joven en la Comisaría de Zamora, estuvo retenida por la familia rumana, sometida a control en todo momento por los integrantes de la misma, considerados por la Policía Nacional como integrantes de una organización criminal.

La imputación de este delito viene justificado porque, según los agentes y de acuerdo con lo denunciado, "cada uno" de los detenidos "tenía una función claramente diferenciada, desde la captación de la víctima en su país de origen hasta el traslado a España; su control y la recaudación del dinero que obtenían de su explotación sexual; el pacto de las condiciones de trabajo con los dueños del club donde se ejercía la prostitución y el sometimiento final" de la mujer, "en ocasiones con castigo físico".

Los arrestados pasaron a disposición judicial el martes, una vez detenidos en la mañana del lunes y permanecer en los calabozos de la Comisaría de Zamora hasta la mañana siguiente. La camarera del establecimiento de alterne fue la primera en declarar y quedar en libertad provisional con cargos. El menor de edad pasó a disposición de la Fiscalía de Menores, que también decretó su libertad provisional, con cargos.

La operación fue llevada a cabo por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras y la UFAM de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría.