El musicólogo Paulino Capdepón ha profundizado en la figura del maestro de capilla de la Catedral de Zamora, Juan García de Salazar. Su saber lo compartirá mañana viernes en una conferencia y concierto, promovido por el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo en la iglesia de San Ildefonso a partir de las 20.15 horas.

-¿Quién fue Juan García de Salazar?

-Fue un eminente compositor y maestro de capilla que nació en Tuesta, una población alavesa, en el año 1639. Se formó en la Catedral de Burgos como niño de coro, donde tuvo grandes maestros. Muy joven estuvo preparado para opositar a un puesto de mayor envergadura porque recibió una educación musical esmerada. Con 22 años ya era maestro de capilla de la Colegiata de Toro, lo que no era muy habitual.

-¿Cuántos años estuvo en Toro?

-Solo año y medio porque como era una colegiata que tenía pocas posibilidades económicas, el salario era escaso. Al poco tiempo opositó a la Catedral de Burgo de Osma, donde estuvo cinco años. Posteriormente, con 29 años, se alzó con el puesto de capilla de la Catedral de Zamora donde estuvo 42 años.

-En sus primeros destinos, ¿compuso?

-Tanto en Toro como en Burgo de Osma empezó a componer, pero apenas se han conservado partituras de esas dos etapas. El corpus de su producción lo creó en Zamora y se conserva en el archivo de la Catedral de Zamora.

-Estuvo más de 40 años en la seo zamorana, ¿qué destacaría usted de su hacer creativo?

-Sobre todo la madurez que logra dentro del estilo barroco español hasta convertirse en unas de las figuras de este estilo en el siglo XVII, con composiciones religiosas tanto en latín como castellano. Aborda himnos, salmos o misas compuestos en latín en un estilo conservador, como era típico en la España de la época, mientras que escribe villancicos en castellano donde demuestra una mayor apertura hacia el estilo moderno.

-¿Era normal que un maestro de capilla conjugara la composición en ambas lenguas?

-Sí, casi todos los maestros de capilla tenían la obligación de escribir en las dos lenguas. Eran bilingües a la hora de escribir y era más libres en la vertiente en castellano.

-Musicalmente ¿qué podemos destacar de su obra en ambas lenguas?

-Está perfectamente educado en el estilo tradicional latín porque eran la lengua en la que tenían que cantar desde que eran niños de coro. Poco a poco, conforme avanza el siglo XVII, a finales de la centuria y principios del XVIII, dado que muere en 1710, se aprecia que va incorporando en su música en latín algunos elementos propios del estilo moderno; se toma más libertades en cuanto a la expresión, en cuanto la relación música y texto o la incorporación de instrumentos... las mismas libertades que había aplicado a sus villancicos.

-El repertorio de García de Salazar forma parte del repertorio de coros del Reino Unido, entre otros países, y sin embargo en España todavía es bastante desconocido.

-Efectivamente. Es un autor que en el siglo XIX comenzó a publicarse obras suyas. Además otro maestro de capilla de la Catedral de Zamora, Gaspar de Arabaolaza, a comienzos del XX publicó una selección de obras suyas. García de Salazar es bastante conocido en Europa y en España poco a poco comienza a serlo merced a la publicación de sus obras, que se han editado varios discos con sus composiciones, pero tenemos que hacer todavía un esfuerzo para publicar obras que todavía continúan inéditas y cuyos manuscritos custodian en el archivo diocesano. La Catedral de Zamora y su cabildo ha hecho una gran labor para preservar y para facilitar a los investigadores el acceso a estos manuscritos.

-De todo lo que escribió García de Salazar, ¿cuánto se ha divulgado?

-Una mínima parte, ni un 5%, se ha grabado y publicado. Sería mi ilusión en un futuro dar a conocer lo que yo he trabajado en un estudio que logró el Premio de Investigación musical Orfeón Donostiarra y Universidad del País Vasco de 2006.

-Las principales conclusiones que extrajo en este estudio fueron....

-La principal que Juan García de Salazar está a la altura de los mejores músicos europeos de polifonía en el barroco y sin embargo, como ha ocurrido con gran parte de nuestro patrimonio musical, no se ha sabido valorar y poner en su justo término la valía de nuestros compositores del XVII y XVIII, nuestra época dorada es un Siglo de Oro igual que en literatura.

-El Festival Internacional del Pórtico de Zamora en pasadas citas recuperó una pieza de este maestro de capilla e incluso en su última edición ha dado a conocer obras de polifonía medieval localizadas en el Archivo Histórico Provincial. ¿Qué importancia tiene esta labor?

-Sigo con mucha admiración todas las ediciones y todo lo que publican. A veces echo de menos en ciertos festivales de España que no recuperen nuestro patrimonio inédito que duerme el sueño del olvido. En este sentido es muy meritoria la labor del Pórtico porque en cada edición ha efectuado una recuperación musical. Recuerdo con mucho agrado cuando programaron obras de García de Salazar. No pude asistir pero sí he podido escuchar el disco del grupo que intervino y es magnífico.

-El público no melománo ¿se acerca sin perjuicios a la música del Barroco?

-Al ser autores desconocidos o que no tienen el renombre de Mozart o de Brahms puede ocurrir cierto grado de desinterés, pero animo a la gente a acudir al concierto de mañana viernes porque les puede sorprender, pues es un zamorano de adopción que ha escrito una página de oro en la historia.

-¿En qué va a consistir el acto?

-El Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, a quien tengo que agradecer las ayudas que me prestó desde 1985, ha organizado un acto para mostrar a Zamora los resultados de estas ayudas. Será una introducción a mi cargo en forma de conferencia de unos 50 minutos y a continuación las piezas seguidas cantadas por Camerata Primo Tempo.

-Las piezas que cantará la formación ¿las ha recuperado usted?

-Sí, todas. Las que se cantarán serán una selección de las más destacadas. La mayor parte son himnos, salmos y una misa completa, muy interesante, a cuatro. La mayor parte de sus obras son a cuatro voces, conserva obras con coro a cuatro voces, mientras que las piezas a ocho voces, de dos coros, los reservó para los villancicos de los cuales sólo se han conservado unos pocos. El estudio que realicé ha visto parcialmente la luz en el Anuario del Florián, en las Edades del Hombre, pero todavía en su conjunto, más de 800 páginas del material musical, está por ver la luz.