Le gusta considerarse como un peregrino y por eso recorre personalmente las rutas que plasma posteriormente en sus guías. Es lo que está haciendo estos días Raimund Joos, que es el autor de una guía Outdoor denominada "Spanien Jakobs weg", que se podría traducir como guía alemana para la Vía de la Plata. Orgulloso de la que, dice, "es la guía más conocida en Alemania", Joss se patea estos días la provincia en busca de información actualizada para la nueva edición.

-¿Qué le trae estos días por Zamora?

-Soy autor de la publicación sobre el camino jacobeo de la Ruta de la Plata y estoy actualizando la guía cada dos o tres años.

-¿En qué consiste esta actualización?

-Veo si hay albergues nuevos, los cambios del camino o las flechas de señalización. Cada vez se necesitan más albergues porque sube el número de peregrinos y entonces ahora estoy también buscando pensiones económicas donde puedan quedarse los viajeros. Es cada vez más popular andar el camino en primavera pero hay problemas con las calefacciones, porque algunos albergues tienen sistemas muy básicos y entonces los alemanes quieren quedarse mejor en las pensiones. Por eso estoy actualizando la guía. También tengo que mejorar la explicación del camino, con mejores mapas e información más condensada.

-¿Como está este camino, el de la Vía de la Plata, qué es lo bueno y lo malo que le encuentra?

-Lo bueno es también lo malo: este camino es muy original, auténtico. Aunque hay gente que elige esta ruta para hacer por primera vez el camino de Santiago, normalmente cuando vienen ya conocen otros. Los que eligen la Vía de la Plata son gente que busca lo original. Eso es lo bueno, pero también lo malo, porque tienes algunos tramos en mal estado, con mal piso, lugares por donde no puedes pasar sin mojarte y pueblos donde no encuentras una tienda abierta, tienes que esperar.

-Pero cita más inconvenientes.

-Pero la ventaja es la misma desventaja. Para mí es mi camino favorito. Me pasa lo mismo que con las mujeres: si una chica es muy bonita pero muy estresante no me vale. Eso mismo ocurre con los caminos; los hay que son muy bonitos, como el francés, pero tiene mucha gente y es muy estresante, mientras que la Vía de la Plata es tranquilidad, me gusta mucho. Por eso los peregrinos que vienen por aquí son los que han hecho otros caminos y están hartos de esta comercialización.

-¿Tiene contactos locales?

-Sí, tengo unos amigos aquí en Zamora que me ayudan con eso, a buscar los datos para actualizar la guía.

-¿Qué buscan los alemanes en el Camino de Santiago?

-Tenemos una velocidad en el mundo, en nuestra vida, estresante. Es el mundo "ciber", de Internet, es un mundo de "corre-corre" y superficial, pero no es el auténtico, porque no tienes el sentido de vida. Y por eso la gente busca la sensibilidad, el encuentro con otras personas cara a cara. Eso buscan los alemanes.

-¿Y espiritualidad?

-Sí, también, claro. Pero no hay que confundirla con religiosidad. Ese espíritu para mí significa buscar la esencia de la vida, buscarte a ti mismo y cuando encuentras eso encuentras a Dios. No se trata de ir a la iglesia cada día o rezar el rosario, es otra cosa.

-Los alemanes que vienen por la Vía de la Plata, supongo que no son los mismos que van a la playa.

-Es gente totalmente diferente, porque lo que buscan es estar en contacto con tu propia naturaleza. En español se dice madre naturaleza, nacer y naturaleza están vinculados; en Alemania no. La naturaleza es el lugar en que naces. Cuando he perdido la vinculación con mi madre soy un extraño en mi casa y también cuando he perdido mi vinculación con la naturaleza he perdido mi vinculación a mi madre. Quienes queremos buscar la vinculación a la naturaleza no vamos con un móvil de última generación o una tablet porque es una contradicción, si quieres desconectarte te vas al camino. Los alemanes sienten esta pérdida de la vida original y buscan recuperar eso.

-¿Seguimos comprando guías de papel o ha vencido Internet?

-Casi todas mis guías existen como un libro. También como libro electrónico, e-book, pero no se venden o muy mal. Es más manejable llevar el libro. Yo soy peregrino y la gente quiere sentir que yo soy peregrino, que estoy contando anécdotas, que me caí en un punto del trazado, por ejemplo. Para hacer este trabajo hago tramos andando, aunque también utilizo el coche para cubrir el trayecto.