El imputado por un delito de Violencia de Género que podría ser condenado a penas de prisión de entre 5 y 10 años de cárcel por acuchillar y causar heridas de gravedad en el cuello y en el abdomen a su expareja, con la que convivió durante 27 años. A esa pena de cárcel se sumará la que se exija por las lesiones provocadas al guardia civil retirado que auxilió a la mujer e impidió que la agresión con un cuchillo de cocina de considerables dimensiones tuviera consecuencias más grave.

El fiscal de Violencia de Género deberá decidir si imputa un homicidio en grado de tentativa, que puede verse agravado por las circunstancias en las que se produjo la agresión: con arma blanca y por sorpresa, sin dar posibilidad a la víctima de reaccionar y defenderse. El asesinato se castiga hasta con 15 años de cárcel, el fiscal podría acusar de este delito en grado de tentativa en lugar del de intento de homicidio.

El arrestado deberá responder de la agresión al guardia civil jubilado, Antonio Campos, que auxilió a la víctima para impedir que la agresión terminara en asesinato, un delito de lesiones u otro de intento de homicidio, según califique el fiscal de Violencia de Género, Evaristo Antelo, que igualmente están castigados con cárcel. El juez decretó el secreto de sumario durante un largo tiempo, para impedir interferencias en la investigación sobre lo ocurrido el 5 de octubre de 2015 en Morales del Vino.