Más de medio centenar de jóvenes recurrió durante el pasado año al programa Fénix que desarrolla Proyecto Hombre en Zamora para tratar sus adicciones. De todos ellos, dos de cada diez decidieron pedir ayuda en solitario, mientras que la mayoría de los casos recurrió al centro acompañado de familiares, según la información de 2015 del comisionado regional para la droga de Castilla y León. En el caso de la provincia de Zamora, más de la mitad de los usuarios del plan Fénix viene derivado de otros programas relacionados también con las adicciones. Según el servicio de evaluación y prevención del consumo de drogas, la mayoría procede de otras unidades de intervención educativa, según refleja el informe del último año.

El documento analiza los denominados programas de prevención indicada, que dan una respuesta educativa y terapéutica intensiva a adolescentes y jóvenes de entre 12 y 21 años que conviven con su familia y que presentan abuso de drogas, alcohol, inadaptación familiar, fracaso escolar, problemas de autocontrol y trastornos de comportamiento. El programa zamorano, que se suma a otros ocho distribuidos por Castilla y León, forma parte del modelo escalonado de prevención familiar que desde el comisionado regional para la droga, en colaboración con la red de planes locales, se desarrolla desde el año 2004. Los programas trabajan de forma ambulatoria desde un abordaje psicoeducativo a nivel individual y grupal, con hijos, padres y familias.

El cannabis

La droga principal que motiva la mayoría de los casos de inclusión en los programas es el cannabis, con un 76% de los casos. El consumo es menor entre los menores de 18 años y entre los hombres. En segundo lugar se encuentra el alcohol, con predominio entre las mujeres. El policonsumo, por su parte, ocupa la tercera causa y también es superior en mujeres y en el grupo de mayores de 18 años.

Respecto a la edad media de inicio del consumo, 14 años es la media para el alcohol, el canabis y el policonsumo. Los problemas de los casos atendidos en 2015 comenzaron a los 15,4 años, es decir, casi un año y medio después de iniciar el consumo. El dato es similar para adictos al alcohol, al cannabis o a ambas sustancias.