Este domingo solo había palabras de elogio para las voces de los intérpretes de Les Arts Florissants, el concierto central del Pórtico 2016 que ha impactado a los asistentes. Aunque los responsables prefieren repartir los méritos. Para Alberto Martín el concierto de apertura -la actuación de Forma Antiqva- supone el descubrimiento de la belleza de Agostino Steffani, mientras que el concierto del grupo dirigido por Paul Agnew el sábado es "Monteverdi en estado puro", además de un conjunto "tímbricamente perfecto", fiel a cómo se cantaba en la época de un joven Claudio Monteverdi.

En cuanto al resto de actuaciones, el director del festival define el concierto del laudista Xavier Díaz-Latorre como "la intimidad absoluta", con la interpretación de unas "rosas robadas" que prueban que muchas piezas musicales pueden ser adaptadas al laúd "sin que se note". Martín se deshace en elogios hacia Christophe Rousset, quien dio vida a partituras alemanas del siglo XVII y XVIII a través de un bellísimo clave, reproducción de un original de época.

El concierto matinal del domingo supone "un sueño de recuperación cumplido", al poder escuchar polifonías medievales perdidas en el Archivo Histórico Provincial. El uso de instrumentos del Medievo en una iglesia románica fue una de las grandes sorpresas finales.