Eran las siete de la mañana cuando varias patrullas de la Policía Municipal de Zamora acudieron a la llamada de aviso de la presencia de un vehículo por el centro de la capital que circulaba a gran velocidad. Los agentes interceptaron el coche, pero fueron incapaces de darle alcance, aun poniéndose a una velocidad de 160 kilómetros por hora.

El coche recorrió varias calles de la capital, como la carretera Villalpando, la avenida Cardenal Cisneros o Candelaria Ruiz del Árbol. Durante la persecución, el conductor se saltó ocho semáforos en rojo, atravesó una isleta, derribó un árbol e incluso se llevó un banco por delante.

La improvisada carrera entre el conductor perseguido y los agentes de la Policía Municipal finalizó en la calle Candelaria Ruiz del Árbol, cuando el vehículo terminó dentro de un jardín privado de una comunidad de vecinos del barrio de La Candelaria.

Dos heridos leves

En el accidente, que ocurrió en marzo del pasado año, resultaron heridas dos personas, que iban de acompañantes en el vehículo. Por su parte, el conductor, al que se le practicó la prueba de alcoholemia, arrojó un resultado positivo.

Los hechos, constitutivos de un delito de conducción temeraria, fueron juzgados en la Sala de lo Penal de Zamora. Finalmente, el Ministerio Fiscal llegó a una conformidad con la parte de la defensa por lo que la fiscal modificó sus conclusiones iniciales y cambió la petición de pena. De este modo, se tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de que el joven detenido había reconocido los hechos ocurridos el pasado año, lo que le ayudó a reducir la inicial petición de pena solicitada. En este sentido, se le impuso una sanción de nueve meses de prisión y la prohibición de poder circular con vehículos a motor durante un periodo de dos años, además de hacer frente al pago de las costas procesales. Respecto a las indemnizaciones, estas ya han sido pagadas en su gran mayoría.

Tras el juicio, y teniendo en cuenta de que el acusado carecía de antecedentes penales, la defensa solicitó la suspensión de la pena impuesta, una petición ante la que la fiscal no se opuso. De este modo, la jueza determinó la cancelación de la sanción pero con el condicionante de que el autor de los hechos no cometa ningún tipo de delito en los próximos dos años. De lo contrario, tendrá que cumplir con la condena de nueve meses de cárcel.