El Partido Popular de Zamora presentó ayer su nueva estructura con vistas al próximo congreso provincial, aún sin fecha, mediante el cambio de todos los vicesecretarios (Clara San Damián, Leticia García, Juan Pedro Nieto, Emilio Cabadas y Manuela Crespo), entre los que destaca el ascenso de José Luis Prieto Calderón a Organización y la creación de un nuevo área de Comunicación con Javier Faúndez al frente. Este último, parlamentario nacional, dejará el breve la presidencia del Consejo de Alcaldes, cargo para el que el PP postula al regidor de Bermillo de Sayago, Raúl Rodríguez Barrero.

Acompañado por Mayte Martín Pozo, que se mantiene como coordinadora provincial, Maíllo negó falta de sintonía con su secretario general, Alberto Castro, y prueba de ello es que sigue en el cargo, "es mi secretario general", en el que confía y por el que incluso siente "cariño y afecto".

Una de las novedades principales es la potenciación de la coordinación de la acción del partido en la capital, capitaneada por la portavoz municipal, Clara San Damián, con el objetivo, señaló el presidente provincial de tener presencia "barrio a barrio, calle a calle" y arrebatar cuanto antes la Alcaldía a Francisco Guarido que, dijo "nos lo está poniendo fácil porque lo está haciendo fatal", además de pertenecer a un partido con poca relevancia.

Maíllo quiso cerrar cualquier tipo de atisbo de división en el seno del PP provincial, cerrando cualquier atisbo de crítica a su secretario general y calificando el relevo de los vicesecretarios como "un paso a un lado que en un futuro puede suponer un paso adelante", como ocurrió con la propia Mayte Martín Pozo en su día, hoy presidenta de la Diputación Provincial.

La comparecencia de Maíllo se producía minutos antes de la celebración del Comité Ejecutivo, que reúne a lo más granado del partido, aunque la mayor parte de las preguntas de los periodistas se dirigieron a conocer las opiniones del número 3 nacional del PP sobre la actual situación política. Y tampoco es que dijera ninguna novedad: el PP no votará a Sánchez hoy en su investidura ni en el futuro hará otra cosa que apoyar a Rajoy como candidato y al PP como partido. "No vamos a apoyar al que ha perdido las elecciones", dijo el líder popular, un "fracasado" en referencia a Pedro Sánchez, que ha conseguido los peores resultados de la historia socialista. Y advirtió al líder de Ciudadanos, Albert Rivera que "no es muy recomendable aliarse con el fracaso".

La pretensión del acuerdo entre Ciudadanos y PSOE es, señaló el líder popular, "derogarlo todo", en referencia a lo hecho por el Gobierno durante la pasada legislatura, entre otras cosas "la creación de empleo y la recuperación económica".

"Quien ha despreciado el diálogo no puede pretender que luego le apoyemos", señaló Maíllo en referencia a un líder socialista a quien consideró responsable en el caso de que se tenga que llegar a una nueva convocatoria electoral por el "boicot" al que ha sometido al Partido Popular. "Si la nueva política del siglo XXI es no dialogar, yo no me apunto", dijo el número 3 del PP nacional.

Maíllo cree que Ciudadanos deberá "explicar a sus votantes" su alianza con el PSOE y está convencido de que Rivera "se ha equivocado de compañero de viaje". El PSOE "tenía que presentarse con alguien a la investidura" y Ciudadanos le ha servido de excusa, "Rivera picó como un pardillo. Esa relación es un matrimonio que se romperá más pronto que tarde por un ataque de celos, porque el PSOE sigue haciendo ojitos a Podemos"

En este sentido, criticó que el PSOE esté "postrado" suplicando de rodillas un acuerdo a Podemos, quien sin embargo no hace más que utilizar un "lenguaje ofensivo", como el utilizado contra Felipe González. "La defensa de Pedro Sánchez fue muy leve. Algunos dirigentes del Partido Popular habrían defendido a Felipe González con más convicción que Pedro Sánchez. ¿Qué tiene que aguantar el PSOE para que diga basta ya?".

Para Maíllo solo hay dos alternativas, el pacto PP-PSOE al que, espera, se adscriba Sánchez o el partido le obligue, y el que puedan hacer los socialistas con Podemos y fuerzas minoritarias "con la abstención de los independentistas". Eso sí, aunque no quiere elecciones, Maíllo advierte que el PP está preparado para afrontarlas.