"A la hipertensión arterial le llaman el asesino silencioso, porque una persona puede tener tenerla, pero sin ningún síntoma. Y un día no pasa nada, una semana o un mes tampoco, pero al cabo de años empiezan a aparecer los problemas en los órganos que tienen más vasos, los más vascularizados como el cerebro, el riñón o el corazón. Y entonces surgen los accidentes cerebrovasculares, los infartos de miocardio o la insuficiencia renal". José Matías Pérez Tabernero, catedrático de Nefrología de la Universidad de Salamanca intervino ayer en la Semana Académica dentro del Mes de la Salud de la Fundación Científica Caja Rural de Zamora, que se celebra en el Colegio Universitario.

Por eso es necesario "primero detectar la hipertensión arterial y luego combatirla tanto con medicamentos como por medios no farmacológicos

El tratamiento no farmacológico, indica el experto "consiste en una serie de medidas, de hábitos de vida con los cuales podemos controlar y mejorar y prevenir la hipertensión arterial. Unas medidas sencillas y concretas: "reducir la ingesta de sal, aumentar el consumo de potasio, una dieta adecuada (nuestra dieta mediterránea es muy buena), un control del peso, una moderada ingesta de alcohol, y que desaparezca totalmente el tabaco". Algunos de estos consejos parecen fáciles de cumplir, pero a veces cuesta, como comer con menos sal. "Lógicamente, porque la ingesta de sal es una cuestión cultural, en nuestra cultura siempre se ha ingerido una cantidad importante de sal. Pero lo que se pretende no es dejar de tomar la sal, porque también puede ser perjudicial, lo que hay que hacer es tomarla con moderación y en unas cantidades que son apropiadas y que son beneficiosas para mejorar la presión arterial". Los hábitos de vida, en general tampoco "se cambian tan fácilmente. Por eso hay que insistir, poco a poco, para que la gente vaya entrando en este asunto, como en el que haya que hacer ejercicio físico, haya que controlar el peso, hay que tomar determinados alimentos más que otros, etcétera". Y Pérez Tabernero, es optimista, porque considera que "cada vez hay más gente que está haciendo las cosas bien. Porque no es que se diga esto va bien, sino que hay evidencia científica de que con estos métodos no farmacológicos se está mejorando la vida. Todo el mundo quiere vivir muchos años, llegar en buenas condiciones y para eso hay que evitar y prevenir la hipertensión arterial"

Un tipo de enfermedad, por cierto, muy extendida: "La prevalencia de la hipertensión arterial es tremenda, del orden del 40% de la población en los países desarrollados, y en España es del 35%. Pero si miramos a las personas mayores de 65 años tenemos que el 68% padece hipertensión arterial con las graves consecuencias que puede tener eso para la vida de las personas".