El Ayuntamiento de Zamora considera que parar o prohibir el botellón de la noche del Jueves Santo es una tarea imposible por el alto número de jóvenes que moviliza. Así lo ha asegurado esta tarde el concejal de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez, tras una reunión con los hosteleros zamoranos, con asociaciones de vecinos y con representantes de la Junta pro Semana Santa. El único tema sobre la mesa, el botellón, ha centrado las críticas de todos los representantes a la reunión. Fagúndez ha lamentado la ausencia a la reunión de representantes de la Junta y la Subdelegación, que estaban invitados, porque “esto no se puede solucionar unilateralmente”. “Nos gustaría decir que este año no se va a celebrar pero hoy por hoy es imposible, cada año viene más gente”.

Muy críticos se han mostrado tanto hosteleros como asociaciones de vecinos. Natalia García, que ha acudido en representación de Azehos, ha reivindicado medidas para “solucionar un problema muy grave” que crea “muchos problemas de seguridad, de imagen y de salud pública”. La portavoz de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, Carmen Núñez, ha asegurado que los residentes en la zona se sienten “huérfanos” ante una situación “en la que la seguridad brilla por su ausencia”. El botellón, apuntó Nuñez, “no es algo que se pueda permitir” y, en este sentido, “hay que empezar a mentalizar a los jóvenes para que no acudan y produzcan muchas alteraciones de orden público”.

El presidente de la Junta pro Semana Santa, Antonio Martín Alén, ha apuntado que los responsables de las procesiones “están muy preocupados” por una celebración “que se está agravando” con los años. “Es un problema de todos que cada vez va a peor”, ha zanjado.