Hacía solo cuatro días que el juzgado le había impuesto una orden de alejamiento de sus padres -una pareja nonagenaria- y acudió a su vivienda hasta en dos ocasiones, en evidente estado de embriaguez, a pesar de habérsele prohibido acercarse a sus progenitores a menos de 400 metros.

En su defensa durante su declaración antes del juicio apuntó a que pensaba que se había levantado esa orden, ya que sus padres habían acudido al juzgado para solicitar esta suspensión.

El acusado de esta infracción se enfrentó ayer en el Juzgado de lo Penal a un juicio por un delito de quebrantamiento de condena. No era el primero al que acudía por este mismo motivo, pero antes de la vista Ministerio Fiscal y defensa llegaron a un acuerdo, por lo que no tuvo que celebrarse el juicio.

Por este motivo, el hombre, con un largo historial de antecedentes, fue condenado a una pena de meses de prisión por un delito de quebrantamiento de medida cautelar, que se podría sustituir por su ingreso en un centro de desintoxicación.