"La denuncia la hice por despecho, porque él ya no quería estar conmigo". La víctima de un delito de detención ilegal apuntó durante su declaración en el juicio que se había inventado toda la historia de su acusación. Respecto a los golpes que presentaba ese día, los justificó diciendo que "estaba bebida" y se había caído.

El fiscal no creyó esta nueva versión aportada en el juicio, ya que subrayó que era "imposible", que una persona diera tantos detalles en sus declaraciones anteriores "sin incurrir en ninguna contradicción".

Tras este giro, el fiscal cambió sus conclusiones para añadir una imputación de la víctima por un delito de falso testimonio "o de denuncia falsa si al final la Sala considera creíble esta nueva narración de los hechos". Ambos delitos pueden acarrear penas de hasta dos años de cárcel.

Según su declaración tanto en la denuncia en comisaría el pasado mes de octubre como en la fase de instrucción, la mujer aseguró que se encontró con su agresor a las tres de la madrugada y le obligó a subir a su coche, agarrándola del brazo, contra su voluntad. La llevó hasta su domicilio y nada más llegar le propinó un bofetón, la tiró al suelo y le obligó a subir hasta la vivienda "diciéndole que era una cacho puta, una marrana y que no valía para nada", recibiendo continuas agresiones durante las más de 18 horas que estuvo retenida.

La mujer, acorde con su primera declaración, no podía escapar al estar la casa cerrada por dentro y con su agresor cerca, así que le convenció para que le acompañara en coche a llevar ropa a casa de su hija. Mientras él esperaba abajo, la mujer aprovechó a contar lo sucedido, para que la hija llamara a la Policía Nacional, quien le detuvo poco después en su coche.

En su declaración, la hija de la mujer aseguró no conocer "de nada" a la expareja de su madre. "Me dijo que la había cogido por la calle y había estado con él, pero desconozco ese tema. Vino a casa sofocada y con algún golpe y yo solo llamé a la policía por indicación de mi madre, pero no tengo más relación con ella, así que no sé si ha mentido o no en su declaración", apuntó.

El abogado de la defensa, quien solo preguntó a la hija de la mujer, solicitó en su informe final la libre absolución de su cliente, aludiendo que no existe ningún delito acreditado y que el relato de la víctima era "totalmente increíble", ya que si en todo momento tuvo el móvil a mano podría haber pedido auxilio mucho antes de salir hacia la casa de su hija. También apuntó que la vivienda en la que supuestamente estaba retenida era un bajo con ventanas sin barrotes y finalmente que ella misma acababa de reconocer que todo era mentira. "Hoy ha salido al fin la verdad", sentenció.