La supresión de las diputaciones planteada por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, como condición "sine qua non" para un acuerdo de Gobierno que permita la investidura del socialista Pedro Sánchez no es más que "un desprecio por las personas que habitan en el medio rural". Así lo valora la presidenta de la Diputación Provincial de Zamora, Mayte Martín Pozo, para quien la eliminación de las instituciones "revela el gran desconocimiento de Ciudadanos sobre la realidad de provincias como Castilla y León".

El tira y afloja para la formación del Gobierno estatal ha llevado a traer de nuevo a la palestra la utilidad de las diputaciones provinciales, una postura que retrata a Ciudadanos como "un partido urbanita" porque si no existiera la Diputación de Zamora, "habría núcleos de población que no tendrían carreteras ni servicios sociales básicos y no verían sus derechos reconocidos", defiende con firmeza Martín Pozo. A su juicio, la propuesta, que espera que no cristalice finalmente, evidencia "la falta de responsabilidad de un partido que tiene expectativas de gobernar".

Aunque en principio Pedro Sánchez parece haber dicho "sí" a las cinco exigencias de Rivera -entre ellas, la eliminación de las diputaciones-, se desconoce todavía la letra pequeña de tal respuesta afirmativa, ya que el PSOE no llevaba en su programa electoral la supresión de las instituciones provinciales, aunque sí lo contempló en las generales de 2011. Sí apostaban, sin embargo, por una modernización, algo que la presidenta zamorana no alcanza a entender ya que "si algo está bien, por qué hay que cambiarlo, se trataría, en todo caso, de adaptar aquello que fuera necesario con calma y todos juntos". Martín Pozo no oculta su sorpresa sobre la posibilidad de que Sánchez pase por el aro "cuando su partido gobierna en bastantes diputaciones y la FEMP, donde hay una comisión de diputaciones, está presidida precisamente por un socialista", puntualiza. Sin embargo, "las ganas inmensas que tiene de gobernar hace que no ponga la mano en el fuego por él".

Frente a quienes plantean que Martín Pozo teme la disolución de las diputaciones porque se aferra a su puesto político, la presidenta puntualiza que "yo llevo defendiendo el papel de las diputaciones desde mucho antes de presidir una de ellas porque los ciudadanos del mundo rural no son vecinos de segunda ni de tercera, es injusto". En este sentido, insta a Albert Rivera a que "venga a Zamora y se lo explique a los vecinos de los pequeños municipios de la provincia o a su diputado provincial". El aludido en cuestión, David Carrión, acata la decisión de sus dirigentes "pero no la comparto". A su juicio, las diputaciones "son un instrumento imprescindible para el desarrollo de los pueblos pequeños y creo en su utilidad".

Las redes sociales han servido de soporte para que el presidente del PP de Zamora, Fernando Martínez Maíllo, expresidente de la Diputación y antecesor de Martín Pozo, se pronuncie al respecto. En la misma dirección que Martín Pozo, el visecretario de Organización valora que "suprimir diputaciones supone convertir a más de 15 millones de españoles que viven en el medio rural en ciudadanos de segunda división", expresó vía Twitter.