El Ayuntamiento de Zamora cerró el año 2015 con un superávit en términos de contabilidad de 12.885.430 euros. El alcalde, Francisco Guarido, aseguró tras la liquidación presupuestaria que se trata del primer año desde el inicio de la crisis "en el que se puede considerar que el Consistorio está saneado", al quedar remanente suficiente para acometer diferentes iniciativas. Entre ellas, el equipo de Gobierno prevé destinar 6,5 millones para amortizar deuda bancaria, que se quedaría en la mitad de lo que todavía se debe. Además, 1,5 millones irán destinados a pagar facturas a proveedores, otro millón a inversiones financieramente sostenibles y el resto se ahorrará "para hacer frente a conflictos pendientes".

La "herencia recibida, aunque fuera a base de subir impuestos" y "la reducción en gastos políticos por parte del nuevo equipo de Gobierno" son las dos razones que esgrime Guarido para justificar este superávit de 13 millones de euros. Tal y como avanzó el pasado martes el teniente de alcalde, Miguel Ángel Viñas, parte de ese remanente irá destinado al pago de facturas a proveedores, concretamente 1.451.367 euros. Pero el dinero se destinará también a otro tipo de iniciativas "provechosas para la ciudad", según avanzó el alcalde.

La mitad de ese superávit de cerca de trece millones, concretamente 6.670.985 euros, se utilizará para amortizar deuda bancaria en la cantidad mínima exigida por la Ley. Actualmente, el montante que debe el Consistorio a las entidades de crédito asciende a 13.379.072 euros. "Esto supone reducir la deuda municipal a la mitad, a la que también hay que sumar la reducción prevista en el actual presupuesto de 2016", expresó el alcalde. Esa reducción presupuestaria asciende a 2.458.213 euros, por lo que a final de este año la deuda bancaria quedaría en los 4.249.864 euros.

Descontada la amortización de deuda y el pago de facturas a proveedores, la cuantía que queda del superávit es de 4,7 millones de euros. De ellos, en torno a un millón se destinará a la inversión en proyectos sostenibles. "Se trata de aquellos cuya vida útil sea superior a cinco años (excluyendo el mobiliario urbano); además, los ingresos que pueda producir o los ahorros de coste de mantenimiento deben ser superiores a los costes de funcionamiento de la inversión (excluyendo la amortización); y, por último, deben ser aprobados por Intervención", expresó Guarido. "Esto incluye, por ejemplo, el asfaltado de calles o intervenciones en aceras", aseguró el alcalde.

Los 3,7 millones restantes tras realizar todas estas cuestiones se quedarán "en la caja del ahorro" para tener "un colchón económico de cara a los diferentes frentes abiertos que tiene el Ayuntamiento de Zamora".