La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha interesado a Sacyl la revocación de la creación de la unidad de Foniatría y del nombramiento de su responsable, una doctora con una cualificación, la de foniatra, que no existe como especialidad en el Sistema Nacional ni el Regional de Salud y que no ocupa una plaza con esa denominación, sino otra de Admisión y Documentación Clínica, precisamente la vacante de la que debía ocupar el exgerente, Rafael López.

El caso nace de las desavenencias entre la logopeda y la foniatra del Complejo Asistencial, que han derivado ya en otros contenciosos judiciales, incluso una denuncia por acoso laboral de la primera contra la segunda, aunque acabó en absolución. La logopeda acusaba a la foniatra de entrometerse en su trabajo, con el apoyo del anterior gerente, Rafael López, hoy máximo responsable de Sacyl en la región, hasta tal punto de que supervisaba su labor profesional, decidía sobre sus pacientes y la exhortaba a trabajar a sus órdenes. Sin embargo, mientras que la logopedia es una titulación oficial reconocida en España y con plaza en el Complejo Asistencial, la foniatría no. Como reza la sentencia, que ha sido fruto de una demanda presentada por el miembro de la Junta de Personal de Sacyl en Zamora y de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Jerónimo Cantuche, "la plaza de médico foniatra no se encuentra creada en la plantilla orgánica", como reconoce el propio Sacyl. Tampoco "existe reconocimiento de la especialidad de médico foniatra" y "ello es ya por si solo es demostrativo de la imposibilidad de la válida constitución de una unidad en que se presten las funciones de esta especialidad". Pero es que además la médico responsable de la unidad tiene una plaza de médico de Admisión y Documentación Clínica, que, por las funciones encomendadas, "no puede adscribirse a la unidad de Foniatría".

El gerente del Complejo Asistencial, Francisco Javier Montes, reconoce que cuando llegue desde el TSJ, a través de la Gerencia Regional de Salud, la orden de ejecución de la sentencia, no quedará otro remedio que eliminar la Unidad de Foniatría al menos tal y como está concebida hasta ahora, lo que será "una gran pérdida para Zamora". La unidad, que funciona desde el año 90 tuvo una primera responsable y la actual era la segunda que ocupaba el puesto. Pasan unos 1.600 pacientes al año por este servicio. Montes indica que solo los hospitales públicos de Zamora y Salamanca tienen fonitaría, que no existe como especialidad. Los pacientes tendrán que ser reorganizados para que sean atendidos, según la patología, en logopedia o en otorrinolaringología.