Zamora tiene el vigor un plan de conservación de las carreteras autonómicas, que fue adjudicado en el año 2014 a una empresa y tiene vigencia hasta junio de 2018. La Consejería de Fomento precisó ayer que Zamora no queda para una segunda fase, sino que los planes de conservación que ahora mismo están en proceso de contratación para cuatro provincias de la Comunidad se deben a que en estos territorios tocaba renovarlos, al expirar los contratos de conservación hasta ahora vigentes.

La consejería que dirige Juan Carlos Suárez-Quiñones explica que fue el 4 de junio del año 2014 cuando se adjudicó el contrato de conservación de las carreteras de Zamora a la empresa Conservación de Viales SAU por un importe de 4.721.187 euros. Un presupuesto que se distribuye a lo largo de los cuatro años que dura el contrato, de tal forma que en ese primer año, para el periodo de junio a diciembre estaban previstos 491.790 euros, en la anualidad completa de 2015 un total de 1.180.296 euros, en la de 2016 y 2017 será similar, 1.180.296 euros cada año y en la final, de 2018, en que solo entra el periodo entre enero y junio, se sumarán 688.506 euros.

El presupuesto destinado al contrato, de hecho, era mayor, ya que se dotó la licitación con 8,27 millones, si bien al final la Dirección General de Carreteras encomendó a la empresa Conservación de Viales el mantenimiento de 1.152 kilómetros de la red autonómica de Zamora por 4,72 millones, lo que supone una rebaja del 42,9%. Además este año la Junta llevará a cabo acciones de mejora del firme en tres tramos de las carreteras CL-605, ZA-324 e intersección de ZA-315 con la CL-527.