La alerta planeaba ayer sobre la ciudad de Zamora merced a las informaciones de la Confederación Hidrográfica del Duero, que avisaba sobre el pico más alto de la crecida del río a lo largo de las horas centrales del día. Sin embargo, el nivel de alarma nunca llegó y las aguas apenas se aproximaron a los 900 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital, muy lejos de esos mil de previsión. Con esta medición de caudal, la crecida se quedó simplemente en anécdota y desde el mediodía el nivel del Duero comenzó a bajar. El anegamiento de los paseos que discurren en paralelo al cauce, sin embargo, es un hecho, por lo que habrá que esperar a que las aguas vuelvan a su sitio para valorar las consecuencias de este segundo temporal del año y ver el coste que esta inclemencia supone a las arcas municipales del Ayuntamiento de Zamora.

La última medida tomada por la Estación de Aforos de Zamora en el día de ayer indicaba que el nivel del río Duero se encontraba en los 791 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital, con una altura de 1,62 metros. Un dato muy alejado del nivel de alarma que se preveía durante esta tercera jornada de crecida. Según se había avanzado, el caudal podía llegar a los mil metros cúbicos por segundo, simplemente con la observación de cómo bajaba el Duero desde sus tramos más altos en la provincia de Soria. Sin embargo, el agua ha ido perdiendo fuerza a medida que ganaba kilómetros y no ha habido que lamentar ningún incidente más grave que el del anegamiento de los paseos junto al río.

Caminos anegados

Las consecuencias de esta crecida son, como anteriormente se indicó, la anegación de los caminos transitables para los ciudadanos. Durante la jornada de ayer se pudo observar cómo varios tramos quedaban completamente sumergidos por las aguas, especialmente en la margen izquierda del río Duero, en la zona entre el Puente de Piedra y el merendero de Los Pelambres. También se han balizado zonas en el barrio de Carrascal, en la zona de Los Tres Árboles y en la margen derecha, donde los paseos transcurren a un nivel más bajo.

Una vez las aguas vuelvan definitivamente a su cauce, será tarea del Ayuntamiento de Zamora evaluar la trascendencia de esta crecida y cuantificar los daños, de cara a que los paseos estén en óptimas condiciones de cara a la próxima primavera para que los ciudadanos de Zamora la puedan utilizar, como hasta ahora, como zona de esparcimiento y práctica de diferentes deportes.