Unos se reúnen para ver partidos de fútbol, otros para echar la partida y otros para comentar un libro. Esa es la finalidad del club de lectura "Astrolabio" denominación elegida en homenaje a Antonio Colinas, autor de tiene un poemario homónimo, de un grupo de amigos que, desde hace unos meses, desgranan un mismo título en reuniones en casas de sus integrantes.

La idea partió de José Llordén que había asistido a diversos clubes de lectura organizados en la Biblioteca Pública del Estado. "Me parecía fantástico realizarlo con mis amigos y abordar autores que habitualmente la gente no lee, por eso en una cena de Navidad les propuse reunirnos para en vez de hablar de política, hacerlo sobre un libro y gustó", explica José Llordén, promotor de la actividad en la que regularmente participan una docena de amigos.

Con el visto bueno de los interesados José Llordén contactó con la Biblioteca Pública del Estado a fin de poder conseguir los volúmenes necesarios. "Desde el principio han puesto a nuestra disposición los fondos de la de Zamora y de otros centros, a través del préstamo interbibliotecario, y nos han facilitado un listado con los lotes existentes", concreta el impulsor de la reunión literaria y coordinador que opta por textos "que de otra forma muchos no leerían".

"Todo cuanto amé", de Sidi Hustvedt, fue el primer volumen que leyó este singular club. "Era un libro de fácil lectura, aunque fue un desastre", menciona entre risas Llordén, mientras que un compañero añade: "Levantó mucha polémica porque habla de las relaciones personales". Tras este título los miembros de Astrolabio han buceado, entre otras publicaciones, en "Una lectora nada común". "El barón rapante", "El amante" o "Cabaret Biarritz".

El grupo se reúne habitualmente una vez al mes en casa de uno de los participantes, tras recibir, a través de un grupo de WhatspApp, un vídeo-invitación donde el coordinador selecciona música e imágenes relacionadas con el contenido de título seleccionado y les indica dónde es la cita.

Poco a poco comienzan a llegar los integrantes del grupo a casa del poeta Ángel Fernández Benétiez, anfitrión de la sesión. "Gracias al club estoy descubriendo a algunos autores", asevera el escritor que se autodefine como "totalmente libérrimo y desordenado para la lectura" e incluso confiesa, entre risas, que ha tenido "etapas en la que solo he leído las obras de un autor".

Transito Andrés se ha sumado tras invitarla, pues "siempre he querido formar parte de un club de lectura. Me gusta leer, pero por los horarios de mi trabajo me es imposible asistir a los que hay en las bibliotecas de la ciudad", detalla. "A veces casi no me da tiempo a acabar el libro pero compartes tus impresiones, lo que es muy enriquecedor porque al escuchar a mis compañeros aprendo mucho", remarca de su experiencia.

"Es una selección de libros de calidad, las sesiones están muy bien preparadas y me gusta el hecho de debatir posteriormente sobre lo leído porque los otros llegan a donde tú no lo haces", atestigua Mateo Gil, hijo de integrantes del club que asiste a las reuniones que puede. "Ahora estoy opositando y no dispongo de mucho tiempo, por lo que acudo cuando me engancha el libro", confiesa este joven que debutó porque le llamó la atención un título.

"Durante un mes tus amigos más allegados están leyendo el mismo libro que tú", comenta Juan Muriel que menciona que el club también dispone de presencia en Facebook, una red que emplean para fomentar el conocimiento del volumen elegido o para dar a conocer a nuevos autores.

Suena El Mesías de Händel, pues el músico protagoniza un capítulo de "Momentos estelares de la humanidad", el libro a abordar. Se sientan alrededor de una mesa y José Llordén rompe el hielo con la gran pregunta: "¿Os ha gustado el libro?", tras unos rápidos veredictos favorables, el coordinador muestra otros títulos del autor, aporta datos de Stefan Zweig. Comienza el debate.