Bajo el paraguas de la Asociación de Empresarios Alaveses, CEOE-Cepyme Zamora ha puesto en marcha una compra conjunta de energía con el objetivo de conseguir el mejor precio para el suministro. Hoy, a las 18.00 horas en el edificio sindical, se celebrará una charla con expertos dirigida a los empresarios zamoranos. Entre otros, participa Ramón López Muñoz, gerente de Energía y Gestión ASE-Empresarios Alaveses.

-¿Qué idea fundamental va a trasladar a los empresarios zamoranos?

-Que es mucho mejor comprar energía de forma conjunta que hacerlo en solitario porque se consiguen precios mucho mejores.

-¿Cómo funciona el procedimiento?

-Lo primero es garantizar, como hacemos, que va a haber concurrencia entre distintos comercializadores eléctricos para alcanzar el mejor precio. Si no se hace esto el precio no va a ser bajo, y ese es precisamente el objetivo.

-¿Qué periodo de tiempo se pretende comprar ahora?

-Queremos cerrar la compra de energía hasta el 31 de diciembre de 2017. Ya hay consumidores, los que han participado en compras conjuntas anteriores, que tienen un buen precio pactado hasta finales de este año. Estos se incorporarían después. Para los consumidores de Zamora, donde todavía no hay ninguno asociado, el contrato empezaría a partir de mediados de marzo después de hacer la subasta. El objetivo es que cada vez haya más empresas en el grupo de forma que cuando acabe el contrato, acabe para muchos a la vez y sea más fácil poner uno nuevo en marcha.

-Muchos empresarios acabarán sus contratos actuales antes o después de la fecha elegida. ¿Qué soluciones tienen?

-Para los que acaban después no hay problema, se incorporarían cuando termine su contrato actual y estarían dentro hasta el 31 de diciembre de 2017. Para los que acaben su contrato antes hay más opciones. Si no hay renovación puede pedirse un contrato puente. Si, por el contrario, hay renovación, el consumidor puede dar de baja el contrato unilateralmente en el segundo año con la comercializadora. Tendrían que apurar esta prórroga para finiquitar el contrato cuando entre en vigor el que ahora se va a negociar.

-A grandes rasgos, ¿cómo se realiza la negociación?

-Se recogen todos los puntos de suministro que se han apuntado y se trasladan a los comercializadores para que presenten sus ofertas, que son vinculantes. En la última subasta se presentaron 17 compañías eléctricas, que son bastantes. Las comercializadoras hacen ofertas a cada uno de los interesados. Después se coge el valor más bajo de cada uno de los clientes apuntados, se suma y se alcanza el que sería el precio mínimo conjunto. En este punto es donde entra en juego la subasta. Se envía a las compañías eléctricas que han participado previamente el precio mínimo conjunto para que empiecen, a través de la subasta, a rebajarlo. Si al final de la subasta vemos que las compañías han pujado y han presentado ofertas más bajas, todas las empresas pasan a formar parte de esta subasta porque se habrá garantizado el mejor precio a cada una de ellas.

-¿Y si la subasta no rebaja el precio?

-Puede pasar. En este caso hay que recordar que la oferta que nos presentaron es vinculante. Si nos interesa, cada una de las empresas podrá acogerse a la oferta que le hicieron al principio, antes de la subasta.

-Solo se negocia la parte "energética" de la factura, ¿no es así?

-Sí. Los peajes de acceso a la red los pone el Ministerio de Energía e Industria, ahí no hay nada que negociar. Cuestión distinta es que se puedan hacer adecuaciones a la tarifa, pero esto es otro ámbito.

-¿El ahorro que se consigue es tan considerable?

-Depende, para unos más que para otros. La primera subasta, que se hizo en febrero con 160 empresas, tuvo un ahorro medio del 20%. La de octubre se cerró con un 18%, pero como en todo hay bastante dispersión. Hay empresas que ya tienen un buen contrato y que "solo" ahorran un 7% mientras otras se evitan tener que pagar casi el 30%. Hay que decir que esto no garantiza el ahorro. Si ahora hay una empresa con un buen precio lo más normal es que le suba. Sin embargo, en caso de pequeños negocios con un contrato de baja tensión normal, hay mejores condiciones para negociar y esto suele traducirse en mejores precios.

-Al existir ya un buen número de empresas, ¿es necesario un mínimo de participantes en Zamora?

-No, negociamos en conjunto con todas las empresas que se apunten, de varias provincias. Al principio era más complicado porque no había tanta gente, pero las que se animen ahora saben que ya van de la mano con casi mil empresas. Ya hay una masa muy importante.