Piratas llegados de las lejanas aguas del Caribe, gánsters recuperados de los felices años veinte, robots invasores o guerreros medievales ocuparon ayer las calles de la capital para protagonizar el primero de los desfiles de las fiestas de Carnaval, en el que participaron un total de 21 grupos, la mayoría de centros educativos de la ciudad, aunque también se pudieron ver propuestas de diferentes puntos de la provincia.

Hasta una decena de carrozas amenizaron el recorrido con sus propias canciones, haciendo entrar en calor a los cientos de zamoranos que esperaban a pie de calle para disfrutar de la originalidad de las propuestas de esta edición.

Pero no solo los "malos" de la película recorrieron la calle Santa Clara hasta llegar a la carpa instalada en la Plaza Mayor, donde fueron recibidos por más música. El día a día también fue inspiración para los grupos de carnaval. De esta manera, los que más sudaron sobre su carroza fueron los compañeros del Centro Menesiano de Zamora, que emularon un gimnasio donde, además de todos los aparatos reglamentarios, tenía su propia sauna.

La naturaleza también estuvo presente en la cabalgata, con un jardín lleno de tiernos bichitos, pajarracos de todo pelaje o una acampada en toda regla, hoguera incluida, construida por un puñado de boyscouts.

La creatividad tuvo espacio para originales disfraces, como los paquetes de palomitas que abrían la comitiva o todo el elenco de la obra más conocida de Lewis Carroll, "Alicia en el país de las maravillas", versionada por los vecinos de Pinilla. La película "Jurassic World" sorprendió a todos con un gran dinosaurio móvil, acompañado por otras especies y controlados por expertos soldados.

Cerraba el desfile, tras hora y media de recorrido, el grupo de la Fundación Personas de Morales del Vino, quienes habían puesto en escena de una manera muy realista un casino de los años veinte con bailarinas de charlestón y temerarios gánsters.