El joven barcelonés acusado de los delitos de enaltecimiento del terrorismo yihadista y de odio, denunciado por una zamorana, Rosa Chacón, no solo tenía en su cuenta de Twitter mensajes despectivos hacia las mujeres que sufren violencia de género e incitaba al maltrato y de exaltación del terrorismo, sino fotografías de jóvenes, "niñas desnudas". Las compartía en su cuenta, al igual que la de "un niño llorando y herido". Todo parece indicar que se trataba de chicas con las que tenía o había tenido algún tipo de relación, apunta la denunciante, la también presidenta de la Asociación Zamorana de Mujeres Empresarias (Azame), cuya acción permitió abrir diligencias en la Comisaría de Zamora y al Juzgado número 1 de la capital.

El contenido de la cuenta de Twitter, @Beren12h, en la que Chacón vio el 26 de diciembre de 2015 el mensaje que le llevó a indagar, "53 asesinadas por violencia de género machista en lo que va de año, pocas me parecen con la de putas que hay sueltas", contenía otros que podrían incurrir en el delito de odio, como el que rezaba "si eres gorda, hoy no salgas a la calle, que voy a por ti".

Chacón no dudó en acudir a la Comisaría de Zamora al día siguiente. "La violencia de género es algo que me supera, estoy muy pendiente, muy metida, revisando las redes sociales". Ese compromiso explica que la zamorana diera con los tuits del joven natural de Barcelona, cuyas dos cuentas había cerrado ya Twitter hacía muy poco, "dos días antes de que yo viera ese mensaje" y el resto. Chacón lo sabe porque activó a asociaciones y personas que trabajan contra la violencia de género y "me dijeron que le habían denunciado desde Andalucía". Sin embargo, esto no pone fin al acceso a las cuentas porque "si cambias la contraseña puedes seguir con el mismo perfil. Este chico lo hizo", relata Chacón.

La zamorana, que anima a los ciudadanos a implicarse y combatir estas actitudes violentas, tuvo muy claro desde el principio que denunciaría el caso en la Comisaría de Zamora y lo hizo horas después, al día siguiente, un domingo, porque cuando lo vio eran las 23.00 horas del sábado, "estaba en el sofá de mi casa, revisando las redes". En el mismo momento, "llamé a la Guardia Civil, a personas que conozco y que han tenido autoridad" para contarles lo que acababa de leer en Twitter. Finalmente, fue a la Policía Nacional a denunciar.