Con las emociones sobra cualquier tipo de guion. El veterano Pablo Motos, presentador del programa de Antena 3 El Hormiguero, tuvo que parar el ensayo general que se hace con los animales que acuden a la sección "Amores perrunos" y comenzó a llorar al conocer la trágica historia de la perra Amel, cruelmente torturada en Bermillo de Sayago. Unas lágrimas que ya en directo se le saltaron al actor Adrián Lastra y que casi hacen enmudecer al siempre locuaz Dani Rovira, visiblemente impactado por el caso.

Arancha Álvarez, la joven voluntaria de Scooby Zamora que desde el primer momento se ha ocupado de ofrecer a Amel todo lo necesario para su recuperación, desde recogida de fondos a casas de acogida, corrobora que en el plató de Antena 3 "todos reconocían que era uno de los casos que más les habían afectado". La perrita, ahora de apenas un año, hizo gala de su saber estar y hasta coqueteó con las cámaras al tiempo que se deshacía en carantoñas con los miembros del equipo. "Antes de la emisión en directo bajaba personal de otras plantas a verla o a darle alimentos, hasta tortilla de patata", admite la voluntaria, aún sorprendida por la repercusión que ha tenido el estreno de Amel en una televisión nacional.

Nada más finalizar el programa el número de móvil que se proyectó en la pantalla, el de la propia Arancha Álvarez, tenía más de 300 llamadas, lo que hizo que el terminal se colapsara.

Medio millar de llamadas

En total, calcula, y tras descartar las que se hace de forma impulsiva, son en torno a 500 las personas que se han interesado en adoptar a Amel, aunque el trabajo de contacto e intercambio de datos será lento. "Queremos que quien la adopte conozca bien sus características y que sea lo mejor para ambas partes, porque es una perrita completamente normal pese a ver sólo por uno de sus ojos y no totalmente, y por ejemplo sería inadecuada para personas mayores, porque tiene mucha energía y necesita jugar y correr", explica.

Las llamadas han llegado de prácticamente todas las provincias del país, sobre todo de Cataluña y Marbella. De forma curiosa, de Castilla y León solo se ha contabilizado una, desde Segovia. A partir de este momento Scooby tratará de contactar uno por uno con todos estos números para intercambiar datos y tratar de ajustar las necesidades del adoptante a las de Amel. Es una labor muy ardua, "porque no hablamos de un juguete que se mande en un paquete", subraya Arancha Álvarez. La joven insiste en que son muchos los perros que esperan un hogar en Scooby, aunque en estos momentos Amel se haya convertido por unas horas o días en la abanderada de los animales maltratados.

Si una persona o familia quiere adoptar en la protectora le informarán sobre cuál es el animal que más les conviene en función de su forma de vida y posibilidades. El teléfono de contacto tanto para ayudar a Amel como para colaborar económicamente a su mantenimiento es el 679472340. Si no puedes adoptar, ayuda. Te lo agradecerán.