"Oculi pictura tenentur, aures cantibus", o lo que es lo mismo "Los ojos son cautivados por la pintura, los oídos, por el canto" es el enunciado latino del que recoge el nombre el coro zamorano Aures Cantibus, que acaba de cumplir 15 años de trayectoria. Una historia llena de actuaciones y éxitos, que nació con un modesto anuncio en la iglesia de San Lázaro para formar un coro en la parroquia.

"Yo acababa de llegar a Zamora, después de vivir cinco años en La Coruña, donde había participado en varios coros y me apunté", recuerda Oksana Kharina, quien se vio de repente al cargo de este nuevo grupo. "Resultó que era la única que tenía conocimientos musicales y me propusieron el puesto. Nunca antes había dirigido un coro, pero la experiencia es fantástica", subraya.

Tras meses de ensayos, el 23 de diciembre de 2000 se presentaban con una docena de miembros ante el público zamorano en la iglesia que los había visto nacer. Desde entonces, han realizado diversas actuaciones públicas y privadas y han participado en encuentros corales -los últimos en la XII Xuntaza Internacional de Corais y en el XXV Festival Coral Tardes de Primavera de la localidad pontevedresa de Silleda- además de multitud de recitales benéficos y eventos litúrgicos.

De sus cientos de actuaciones, destaca su participación en Las Edades del Hombre en Zamora, RemembraZa, y en la misa del peregrino de la Catedral de Santiago de Compostela. Su repertorio combina sin dificultad música sacra y popular, recorriendo varias épocas, desde el siglo XV hasta la actualidad, y viajando desde Europa hasta América.

La familia musical creció hace cinco años, con la inclusión de los miembros del coro de La Capilla Aula Magna, dirigido por Luis Santana. "Sus compromisos profesionales le impedían continuar con la dirección y me ofrecieron el puesto, pero creí que era incompatible atender a dos agrupaciones, así que opté por la fusión". Una opción que ha enriquecido al coro. "Todos los miembros ponen mucho interés y estoy muy satisfecha con los resultados. De hecho, muchas veces voy a los ensayos cansada de mi jornada laboral y salgo llena de energía", apunta.

Y es que detrás de cada actuación hay un intenso trabajo semanal en la casa parroquial de San Torcuato. "Nos reunimos los lunes y los jueves, que es cuando ensayamos por cuerdas", explica la directora. Todo en un ambiente muy familiar, ya que además de conocerse desde hace años, en el grupo hay varias familias integradas, ya sean parejas e incluso con hijos y hermanos.

La iglesia de La Horta acogió este viernes un concierto de Navidad que servía también para conmemorar el aniversario del grupo. "Es una de las iglesias de la ciudad a la que más cariño le tenemos, siempre participamos en las fiestas de la Virgen de la Salud y tiene una sonoridad increíble. Allí nos sentimos como en casa", reconoce Kharina.

Los asistentes acompañaron a los cantantes en los villancicos tradicionales del país, en un repertorio que también tuvo cánticos de estas fechas de Italia, Alemania, Inglaterra e incluso Ucrania, país natal de la directora del coro. Una veintena de obras con las que completaron más de una hora de concierto.

Los zamoranos tienen todavía una nueva oportunidad de disfrutar de un recital navideño del coro este miércoles, 30 de diciembre, en la iglesia de María Auxiliadora, en lo que será su última actuación del año.