Las dificultades económicas y la presencia de vecinos en los edificios que aún quedan en pie son los dos principales escollos que deberá salvar el Ayuntamiento de Zamora para afrontar la liberación completa de la muralla en la avenida de la Feria. El Consistorio "perdió su oportunidad", según Francisco Guarido, al inicio de los años 2000 y ahora se encuentra sin dinero para pagar las expropiaciones necesarias. Permutas o convenios urbanísticos pueden ser soluciones factibles para este problema, aunque por el momento no existe ningún plazo. En el horizonte, los inmuebles situados en los números 11 y 31 de la avenida, que aún tienen inquilinos pero cuya situación es más favorable que la del resto de cara al derribo.

El edificio situado en el número 31 de la avenida de la Feria es el próximo objetivo marcado por el Ayuntamiento de Zamora dentro del plan de liberación de la muralla medieval en esta zona de la capital. Se trata de un inmueble de tres plantas que actualmente está aislado entre espacios ya despejados, por lo que su derribo daría un espaldarazo al proyecto para descubrir completamente la fortificación. La planta baja es ya propiedad del Consistorio, pero en las dos inmediatamente superiores aún permanecen familias viviendo, por lo que todavía no existen plazos para que las máquinas puedan entrar en este solar.

Este edificio es el único que queda en pie en un largo tramo de muralla. No tiene construcciones anexas por los costados ni tampoco está adosado a la muralla, como es el caso de alguna de las construcciones que aún se erigen tapando la fortificación, por lo que su liberación supondría un importante impulso al proyecto de esta y anteriores Corporaciones de recuperación del lienzo.

La situación que vive este edificio recuerda a la del bloque de viviendas situado en la misma avenida de la Feria a la altura del número 11. Un edificio que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León obligó a expropiar de manera forzosa por un montante de 1,2 millones de euros, pagados, en parte importante, con la enajenación del matadero municipal vendido a la empresa Ledesma. En este particular, el derribo de la construcción no se puede llevar a cabo porque existen con vigencia contratos de alquiler en alguna de las ocho viviendas que constan en la edificación.

El alcalde, Francisco Guarido, visitó ayer junto a los ediles Miguel Ángel Viñas y Romualdo Fernández uno de los solares donde ya se había producido un derribo, pero que hasta el momento permanecía sin desescombrar. Los alumnos del programa Revolutta II de la Formación Dual se han encargado de adecentar el entorno y ajardinar la zona, de manera que pueda resultar de uso público para los ciudadanos que transiten por esta zona.

En el contexto de esta visita a las obras de adecuación, el alcalde, Francisco Guarido, ha lamentado las "oportunidades perdidas" para la liberación de todo el lienzo de muralla. "Hubo una época, en los años 2002, 2003 y 2004 en que este Ayuntamiento permitía construir por toda la ciudad. En ese tiempo es cuando se podría haber hecho algo por liberar la muralla. Ahora es más complicado, porque el Ayuntamiento no tiene dinero. Como se suele decir, "no tenemos posibles". Y entonces habría que buscar otras líneas de financiación a través de permutas o convenios de edificación en otras zonas de la ciudad. Pero es algo muy costoso que requiere de mucho dinero", analizó el regidor.

A día de hoy, queda prácticamente la mitad de la muralla pendiente de liberación. El último paso dado en este sentido es el de los terrenos que están adecentando ahora los alumnos del Plan Revolutta II tras tres años sin urbanizar. Los trabajos realizados incluyen la limpieza y ajardinamiento del solar y también la limpieza del basamento de la muralla, donde aparecieron algunas arquetas y canalizaciones realizadas en la roca para evitar filtraciones y humedades en los edificios, por lo que se llevaron a cabo también trabajos arqueológicos. Ahora se presentará a Patrimonio una propuesta para cubrir dichos elementos, según manifestó el concejal de Medio Ambiente, para preservar su existencia al mismo tiempo que se adecenta el entorno.