Con la idea de eliminar al intermediario y ser capaz de vender al público sus propias creaciones, Sandra Rodríguez regenta desde hace más de medio año un negocio de bisutería y complementos en plena calle Santa Clara. Se trata de "Lady Chapita", un pequeño recinto "diferente" en el que los consumidores "pueden encontrar complementos y bisutería que van más allá de lo que hay en el resto de negocios del ramo".

La idea surgió después de que, tras mucho tiempo haciendo sus propios diseños, los canales de comercialización no fueran algo tan sencillo de explotar como en un principio pudiera parecer. "Yo hago todo tipo de cosas y Conchi también personaliza paraguas o pinta a mano ciertos complementos", asegura Sandra Rodríguez en referencia a una de las dos personas que el comercio tiene contratadas -junto con su propio hermano-. No son los únicos diseños propios que se pueden encontrar en la tienda, ya que también hay otros productos como bolsos o sombreros "que tienen nuestro sello especial".

La joven emprendedora puso en marcha el negocio ante la certeza de que "para que algo de estas características funcionara teníamos que ser innovadores, dar al público algo que no pudiera encontrar en otras cadenas o grandes negocios del ramo". La decisión sobre el tipo de negocio fue sencilla en tanto que "es el sector que más nos gustaba de antemano".

Sandra Rodríguez relata que la decisión de elegir qué local alquilar para desarrollar el negocio, complicada para muchos emprendedores, "fue fácil en nuestro caso. Teníamos que tener algo céntrico, que fue fácil de encontrar y que estuviera a la vista de mucha gente". El local de Santa Clara cumple estas características. "En este negocio necesitas que te vean, que te conozcan". ¿Se ha conseguido? "Con mucho esfuerzo y muy poco a poco, pero consideramos que sí", apunta la emprendedora. "Sabemos que hay clientes que ya nos tienen como una referencia, que saben los días en los que renovamos las existencias y se pasan por aquí para comprar algo o simplemente para ver qué tenemos".

Los planes de futuro del negocio van por la línea de ampliar la oferta de productos para, obviamente, ampliar el abanico de potenciales clientes al que se puede tener acceso. "No somos un negocio al que venir solo una vez al año, consideramos que podemos fidelizar clientes", apunta Rodríguez.

En este sentido, la tienda ya ofrece ciertos productos que se pueden considerar "poco habituales" para un negocio de estas características. Hay desde vinos a sangrías "originales, que no se pueden encontrar en otros comercios porque no son lo que podríamos considerar comerciales". También se pueden encontrar fundas para tablets o móviles, algunas diseñadas por las propias impulsoras del negocio. En definitiva, "muchas cosas, y con un toque especial", zanja Rodríguez.