Una recreación del nacimiento tradicional, tal y como se montaba en los hogares casi sin variación desde el siglo XVIII hasta avanzado el siglo XX con la repetición de modelos y técnicas de montaje de indudable interés etnográfico. Esta es la apuesta que realiza la Agrupación Belenista La Morana en "El Nacimiento", ubicado en la segunda planta del Museo Etnográfico hasta el próximo 10 de enero.

Para comprender "El Nacimiento", como se conocían entonces los belenes, el visitante tiene que partir del contexto socioeconómico de aquella España, donde "no se pretendía hacer una maqueta de Palestina, parecía más un altar alrededor del cual la familia celebraba la Navidad", explica el presidente de La Morana, Francisco Iglesias.

La composición se basa en los testimonios orales y fotografías de archivo del colectivo que ha empleado los materiales sencillos, los que estaban al alcance de la población como alcornoque, papel de estraza, musgo, serrín o espejos, mientras que las más de 200 pequeñas figuras, entre las que aparecen muchos oficios desaparecidos, están dispuestas alrededor del Misterio. En la parte inferior del conjunto aparece la bandera nacional de Alfonso XII, que se empleaba como colgadura en el Corpus; una palmatoria, en alusión al medio de iluminación de la época; un plato de porcelana, zapatos de niño o juguetes, en referencia a la festividad de los Reyes Magos.

El montaje se completa con un segundo ámbito donde carteles informativos que explican el origen de las piezas, denominadas cacharrería y que se realizaban en alfares de Levante, Andalucía o Murcia, o que estas figuras eran muy demandadas por una población con pocos recursos de ahí la sencillez de sus materiales. Además, la Morana exhibe en una serie de vitrinas desde los mondes con los que se efectuaban las piezas hasta parte de su interesante colección, donde se exhibe desde una amplia colección de lavanderas, de distintas calidades, o piezas muy singulares como tres pastores de mayor tamaño, efectuados en el siglo XVIII, la escena de la borrachera de Navidad, de la vieja de los azotes o de la abuela que despioja al niño, que "no tienen cabida en el belén actual pero que eran personajes del momento", explican.