La Casa de Acogida Madre Bonaficia aloja en la actualidad a 15 personas sin recursos en la capital, una cifra que se mantiene en los últimos años y que cada día completa las 28 plazas que tiene disponibles con transeúntes de paso. Además, esta institución dirigida por Cáritas Diocesana de Zamora ofrece comidas y cenas a medio centenar de personas cada día.

Desde la dirección, María León ha exigido una disminución de la burocracia administrativa y de las exigencias documentales para estas personas “que dificultan su acceso a las ayudas sociales”.

El perfil de estas personas es en la mayoría de los casos personas de mediana edad, la mayoría hombres “que tan solo reciben una pequeña prestación”, apunta uno de los monitores del centro, Jesús Casado. “Hay muchos que tienen problemas mentales o han abusado del alcohol u otras sustancias, así que no son capaces de tener una autonomía propia”, considera Casado.

Junto con las personas sin recursos, Cáritas también tiene programas especiales con aquellos acogidos que son inmigrantes o reclusos que están cumpliendo el permiso penitenciario en el hogar de acogida.