La supervivencia de la Fundación Rei Afonso Henriques ve luz al final del túnel gracias a pequeñas aportaciones económicas de sus entidades colaboradoras, que podrían convertirse en la tabla de salvación de la FRAH si prosperan las negociaciones que el secretario general del órgano, José Luis González Prada, mantiene desde hace unas semanas para resucitar la fundación.

El órgano hispanoluso requiere el doble de los fondos que recibe en la actualidad, de modo que parte de esa diferencia que no cubren los patronos podrá ser compensada con los ingresos de estas entidades. El compromiso firme de la Diputación y Caja Rural constituyen una base sólida, pero insuficiente para la FRAH, de ahí que "haya que trabajar para conseguir otras colaboraciones de instituciones", razona González Prada. El mínimo económico aprobado en el plan de viabilidad es de 270.000 euros, cuantía que no cubren los 30.000 euros del Ayuntamiento más los 100.000 que aportó el pasado año la Diputación. La institución, no obstante, está dispuesta a aumentar su cuantía.

Entre los nuevos organismos que auparán a la FRAH económicamente se encuentra la Cámara de Amarante, que se incorpora como nuevo patrono. El listado de nuevos colaboradores económicos "es amplio", esgrime González Prada, que todavía prefiere no desvelar la procedencia de la ayuda hasta no cortar todos los flecos. Eso sí, confirma que "son tanto lusos como españoles".

El patronato de la FRAH se reunirá de nuevo antes de que concluya el año para ratificar el plan de viabilidad y aprobar el proyecto de actuaciones de 2016 con los compromisos financieros claros. "Las perspectivas son buenas pero hay que ser cautos y la situación no nos permite relajarnos", sopesa el secretario general.

Sobre la mesa están varios proyectos para optar a fondos transfronterizos Interreg -España y Portugal- y Sudoe -España, Portugal y Francia-, condicionados por el trasfondo económico que sostenga la fundación. El proyecto Sudoe aspira a convertir el Duero y otros patrimonios de la Unesco del sur de Francia en destino turístico de primer orden.

La posibilidad de obtener ingresos pendientes o solicitar fondos europeos son opciones al alcance de la FRAH, pero el plan de viabilidad "tiene que partir de compromisos ciertos, y en ello estamos".