Dos euros. Esa es la subida media que experimentarán en sus nóminas mensuales los más de 31.400 jubilados con derecho a pensión en la provincia de Zamora. Es un 0,25% de la paga media actual, que alcanza los 830 euros en la provincia, el dato más bajo de toda la comunidad sin ningún lugar a dudas. No hay espacio para las comparaciones en el momento en el que la paga de Zamora se pone al lado de los más de 1.160 euros al mes que perciben los jubilados vallisoletanos.

La cuestión es que los pensionistas zamoranos verán como sus pagas quedan prácticamente congeladas para el año que viene, y ya van varios ejercicios en la misma situación. Al ser las más bajas de la región, las subidas que experimenten las pensiones en Zamora serán también las más leves. Si se multiplican los dos euros por paga por las catorce mensualidades que perciben los pensionistas, la subida anual no alcanza ni siquiera los treinta euros.

La situación es consecuencia de la última reforma de las pensiones, la que fue aprobada por el Gobierno del Partido Popular hace ya dos años. La parte buena para los pensionistas, no solo los jubilados sino todos los zamoranos con derecho a percibir una paga de la Seguridad Social, es que las pagas subirán siempre, sea cual sea la situación económica, al menos un 0,25%, algo que antes no estaba garantizado. La subida máxima será de medio punto más la cifra que marque el Índice de Precios al Consumo registrado en el mes de noviembre, el mes que se utiliza como referencia para actualizar las pensiones y, cuando había que modificar también obligatoriamente los salarios, también estos últimos. Sin embargo, la parte mala es que, incluso cuando el IPC suba más de ese cuarto de punto que marca la reforma del sistema de pensiones, el Ejecutivo puede decidir que las pensiones no aumenten en la misma cuantía que el coste de la vida, algo que lógicamente no ha sentado bien en las asociaciones de jubilados. Es el tercer año consecutivo en el que las pensiones subirán solo un 0,25%.

"No parece que subir la pensión 2,5 de cada 1.000 euros sea un gran alivio. Por ello, parece que el término "subida" se utiliza para dar la sensación ficticia de mejoras en el bienestar", argumentan las propias asociaciones de jubilados y de pensionistas.

Sin embargo, es también digno de destacar que las pensiones subirán el año que viene por encima del coste de la vida. Salvo que noviembre y diciembre traigan consigo un drástico cambio en las cifras del IPC que elabora el Instituto Nacional de Estadística, el coste de la vida bajará en 2015. Eso es al menos lo que muestran los datos acumulados entre enero y octubre que maneja el INE. Así, y siempre según Estadística, hay que tener en cuenta que el coste global de la "cesta de la compra" ha decrecido en un punto desde el pasado primero de enero.

Sin embargo, hay diferentes maneras de entender el dato. Dando por bueno que la vida es ahora más barata, cabe cuestionarse dónde se han dado los mayores descuentos. Es un hecho que la gasolina -el combustible en general -y la electricidad, que es ahora más barata que en enero, han sido dos de los principales causantes del descenso del IPC. Sin embargo, hay otros productos que, aunque no han evolucionado escandalosamente al alza, sí que han experimentado una cierta subida de precios. Es a este segundo dato al que se agarran aquellos que abogan por una mayor subida en las pagas públicas.

En los últimos meses se ha dado una paradoja, algo que ha llevado a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal a cuestionarse la legalidad de la subida del 0,25% al verla demasiado alta. La cuestión es que ese 0,25% es la subida mínima. Sin embargo, si se hubiera aplicado la máxima -IPC más un 0,5%-, y al ser el IPC negativo en un punto, el resultado habría sido que las pagas públicas hubieran decrecido un 0,5%. Una de las "caras ocultas" de la reforma aplicada desde 2013. Sin embargo, la cifra de revalorización se ha tomado por correcta.

De otro lado, hay que tener en cuenta que serán los jubilados los que mayor subida experimenten en sus pensiones. Si se tienen en cuenta todos los zamoranos con derecho a paga pública -jubilados, personas viudas, incapacitados permanentes, huérfanos y perceptores de pensiones en favor de familiares- la subida se queda en unos escasos 1,85 euros. Los peor parados son los perceptores de pensión de orfandad, que verán como sus pagas aumentan en apenas un euro en 2016.