El profesor del instituto Arribes de Bermillo de Sayago tendrá que pagar una multa de 240 euros por las lesiones leves causadas al alumno al que derribó tras sujetarle por el cuello para llevarle contra la pared del pasillo y después empujarle, momento en el que se cayó al suelo y sufrió una contusión facial, por la que el niño recibirá una indemnización de 210 euros.

En la condena de la juez de instrucción se indica que "ninguna excusa justifica" la agresión del facultativo al alumno, "que se puede considerar como una grave "pérdida de papeles" por parte de un profesor", palabras con las que resta peso a las "continuas provocaciones y desafíos por parte del alumno" lesionado días antes mencionadas por el acusado para explicar su conducta, ante una "situación que le superó". La magistrada tampoco estima como justificación que el alumno de la ESO fuera "problemático", como indicó el imputado y el director del instituto, para lo que se aportaron partes de distintos profesores del centro y las amonestaciones por parte del director del instituto.

El docente no tendrá que desembolsar los 1.500 euros que exigía la familia del niño por la rotura de los bordes de los dientes incisivos superiores, fractura que no quedó acreditado que hubiera sido consecuencia de la caída del menor al suelo provocada por el empujón del profesor, quien reconoció los hechos en el juicio.

La magistrada que juzgó los hechos, ocurridos el 15 de junio de 2015, estima en su sentencia que el informe odontológico presentado por la acusación "no resulta suficiente para tener por acreditado" ese daño y alude a que el propio dentista que testificó no descartó que "la rotura podría haberse producido tres meses antes" del suceso. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 apunta, asimismo, a que el parte del servicio de urgencias "tampoco clarifica" ese extremo y que se limita a indicar que "parece que le falta un milímetro en el diente frontal, pero no establece la relación de causalidad" entre esta circunstancia y la agresión sufrida por el alumno del instituto.

Como consecuencia, la sentencia no condena al procesado a pagar por los daños en los dos dientes, ni el tratamiento al que se sometió al niño para corregir las secuelas en los incisivos superiores. El imputado en una falta de lesiones, dadas las consecuencias leves de la agresión, negó en un primer momento la agresión, aunque lo llegó a reconocer ante la Guardia Civil, la dirección del centro y la Dirección Provincial de Educación, así como en el mismo juicio.

El docente relató ante la magistrada que apartó a tres alumnos y al denunciante del resto de la clase y les situó atrás del aula, para después echar a este último al pasillo, donde, cuando se encontraban los dos solos, "le agarró por el cuello, le llevó contra la pared, donde se golpeó un poco la cabeza, y le empujó con fuerza hacia la derecha, cayendo el alumno al suelo boca abajo". El menor se apoyó en los brazos para levantarse y salir corriendo. La familia había solicitado una multa de 600 euros.