"No soy una bruja al uso". Marina Requejo Bartolomé se muestra contundente al definir el universo en el que trabaja: "Qué nadie venga buscando velas negras ni rituales para hacer daño. Mi trabajo es hacer de guía y para mí, los clientes son pacientes. Creo en las energías.". Y desde luego, no es una "maga" ordinaria. Licenciada en Ciencias Empresariales, abandonó tras su embarazo el mundo de la empresa y cuando su hija cumplió cuatro años, decidió adentrarse en el mundo esotérico de una manera más profesional y también como medio de ganarse la vida. Así nació hace dos años "Mystik Om", un centro donde se realizan tiradas de cartas y se preparan rituales pero donde también se dan cursos de meditación gratuita, de reiki, de registros akásicos y otras terapias alternativas.

A pesar de la firmeza de sus declaraciones, Marina Requejo aclara que no le importa que la llamen "bruja" porque a pesar de la mala prensa, el nombre significa "mujer sabia". Y a los que la llaman "estafadora" los enfrenta con respeto, porque "la ignorancia es atrevida". "No todo serán invenciones cuando un reconocido neurocirujano como Francisco Barnosell aplica reiki a sus pacientes o cuando la física cuántica ha demostrado la efectividad de lo que hacían las brujas", se defiende.

Zamorana nacida en la capital, Requejo Bartolomé apostó por su tierra para poner en marcha su negocio porque quería "darle a la gente la oportunidad de descubrir" el mundo de la sanación y de las terapias alternativas casi en su propia puerta. "Zamora es pequeña y conservadora, pero hay mucha gente que se dedica profesionalmente a este mundo, y todos todos hemos tenido que salir fuera a formarnos".

Aunque comenzó como taorista, "las cartas son por naturaleza mágicas", su bagaje formativo incluye un curso de Parapsicología en Barcelona, titulación en Reiki y experiencia con el chamanismo más puro, "la primera religión que existió", añade. De hecho, trabaja con una de las mejores en ese campo, Laura Rodríguez, de nacionalidad argentina pero curiosamente originaria de Santa Marta de Tera. "Laura era citóloga en Argentina", explica Requejo, "y se dio cuenta de que cuando leía los informes, acertaba el diagnóstico de sus pacientes antes de analizar las células. Entonces comenzó a investigar, lo dejó todo, se fue a Noruega a estudiar el chamanismo y regresó con el método Golden Rose System, una disciplina para la sanación más profunda". "Es la mejor y, por eso, trabajo con ella. Estará en Zamora el 8 de diciembre para la inauguración de la tienda", anuncia Marina Requejo.

Reconoce la emprendedora zamorana que, aunque la formación es fundamental, la "bruja" nace. "Desde pequeña me veía diferente, sentía una inquietud por saber si había algo más de lo que me contaban", explica. Fue entonces cuando empezó a estudiar el tarot y a echar las cartas a familiares y amigos, como una simple afición. Y aclara: "Las cartas avisan, no sentencian. Yo doy una opinión, pero la persona debe hacer lo que crea más conveniente con esa información".

Como tal, no cree en el llamado "mal de ojo". "Se trata de energía negativa, de nuestros miedos. Cuando estás bien de defensas no pillas un catarro, pero cuando las defensas están bajas el catarro puede derivar en bronquitis. Lo que llaman "mal de ojo" es lo mismo. Hay personas que te desean mal y lo logran porque estamos en bajos astrales". "Por eso", explica, "la importancia de la limpieza y de las protecciones".

Aunque reconoce que "las mujeres están más abiertas al mundo espiritual que los hombres", Marina Requejo asegura que al centro no acude un perfil definido de cliente-paciente. "No admito menores de 18 años. Por lo demás, recibo a todo tipo de personas, desde amas de casa hasta psicólogos, políticos o profesores", afirma. Y como siempre, la mayoría busca saber que les deparará la vida en la salud, el trabajo y el amor.