Los especialistas coinciden: la Organización Mundial de la Salud ha vuelto a crear una situación de alarmismo de la población innecesaria, ya que sus afirmaciones sobre el potencial cancerígeno de carnes rojas y procesadas no son nuevas, se conocen desde hace décadas, pero una adecuada dieta, como la mediterránea, prácticamente anula el riesgo de consumo de este tipo de nutrientes, por otra parte fundamentales en una alimentación equilibrada.

El catedrático de Oncología de Salamanca, precursor del servicio en Zamora, Juan Jesús Cruz, lo tiene claro: "Que la carne roja y los embutidos aumentan el riesgo de cáncer se sabe hace mucho tiempo. El Código Europeo contra el Cáncer de 1988 ya dice que hay que moderar el consumo de grasas, carnes rojas, etcétera. Pero hay que tomar las cosas en su justa medida. Porque es un riesgo consumiendo unas cantidades importantes, pero todo en la vida tiene una proporción". Explica que "el aumento del riesgo es del 1.18. Eso significa que si se cogen dos grupos de gente, el que no toma carne roja o procesada tendrá cien casos de cáncer y el que la toma 118. Es verdad que sí aumenta el riesgo pero no hay que obsesionarse. Con el tabaco, que lo han metido en el mismo grupo que la carne, si los que no fuman hacen cien cánceres, los que fuman hacen tres mil". Convivimos, además, con otros muchos factores de riesgo cancerígeno también conocidos pero sobre los que se pone menos el acento. Por ejemplo, si una señora tiene su primera regla antes de los 12 años tiene un riesgo de cáncer de mama 1.5 veces mayor que las que la tienen después. "Es decir, un 50% más, y nadie dice nada, si se retrasan las reglas o se adelantan".

El jefe de sección de Digestivo del Complejo Asistencial de Zamora, autor de un estudio sobre la incidencia del cáncer de colon y recto en la provincia indica que en este trabajo "ya lanzamos la hipótesis de que una de las causas de la incidencia del cáncer de colon podría ser el excesivo consumo de carne roja, pero no lo tenemos demostrado". Sin embargo, señala el doctor, "es cuestión de dosis. Si uno come carne roja o precocinada todos los días realmente tiene una mayor probabilidad de sufrir un cáncer. Pero hay que abogar por una dieta equilibrada que incluya todo tipo de alimentos, y por supuesto las carnes. Se puede comer carne, se ha creado una alarma injustificada en mi opinión".

El cáncer, explica, es una enfermedad multifactorial; tiene que haber una base genética que predisponga y luego muchos factores ambientales, no solo los alimentos, también la contaminación. "Uno lo que no puede es tomar hamburguesas o chuletón todos los días. Hay que tomar verduras, legumbres, fruta y también carne porque es un alimento muy necesario ya que aporta proteínas de alta calidad, vitaminas, hierro, etcétera. Es decir no se puede dejar de comer carne, aunque hay que hacerlo con moderación y dentro de una dieta variada. Y en España tenemos una dieta maravillosa, no hay que volverse locos. La esperanza de vida en España es cada vez más alta, vivimos cada vez más años; con la dieta no lo estaremos haciendo tan mal". El doctor José Miguel Diego, además de abundar en los razonamientos de los anteriores expertos añade que se puede comer carne roja, por ejemplo, tres veces por semana "sin correr ningún tipo de riesgo". Además de esta carne hay otra, la blanca, como pollo o cerdo "sin ningún riesgo". El cáncer "es una enfermedad multifactorial. Hay cánceres de colon de evolución muy lenta, a veces de hasta veinte años, y no sólo las carnes rojas son responsables de ellos". Si alguien come gran cantidad de carne diaria puede correr algún riesgo, como dice la OMS, pero no con una dieta equilibrada.