El PAET (puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes), situado en algún punto de ninguna parte del término municipal de Olmedo era el punto de encuentro para que políticos y periodistas llegados en autobús desde Valladolid y Zamora esperaran la llegada del tren con la ministra. Había expectación por ver qué tipo de convoy aparecía en el horizonte, pero el misterio se deshizo pronto: la locomotora no tenía pico de "pato" ni la forma de ningún tipo de tren AVE, sino que era un 730, o sea un tren híbrido que los que habitualmente circulan por Zamora rumbo a Galicia y que prestan servicios Alvia.

Allí estaban la delegada del Gobierno, María José Salgueiro o el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez Quiñones, cuando se incorporó la expedición zamorana, con el subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, el delegado de la Junta, Alberto Castro, la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo y parlamentarios nacionales como el diputado Antonio Vázquez y el senador Jesús Sedano entre otros cargos.

Enseguida llegó el tren veloz. Los políticos pasaron al primer vagón, donde venían ya desde Madrid la ministra de Fomento, Ana Pastor, o el vicesecretario de Organización del PP Fernando Martínez Maíllo. En el segundo vagón, con libertad para moverse por las otras nueve composiciones del ferrocarril (siempre hacia atrás), viajaban los periodistas de medios nacionales, regionales y locales. También, grupos de ejecutivos de las empresas que han construido la línea y personal del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).

El tren paró un momento, cogió el pasaje y enseguida emprendió la marcha rumbo a Zamora, exactamente a las 10.36 según la hora del reloj que informa a los pasajeros en el vagón. En el exterior, algo de fresco, nueve grados de temperatura y aquello empezaba a coger velocidad. Aunque hubo un momento que llegó a los 201 kilómetros por hora fue tan solo durante unos instantes, ya que la velocidad constante del trayecto se mantuvo en 199 kilómetros por hora, salvo algún pequeño tramo en que el maquinista aflojaba la marcha.

Con él viajaba Ana Pastor, fotografiada y filmada por turnos por dos o tres reporteros gráficos cada vez, los que cabían en la cabina y que se iban relevando para obtener las imágenes.

A las 10.44 el tren pasaba cerca de Medina del Campo, a las 10.54 por Tordesillas, a las 10.58 quedaba a la derecha Toro, poco antes de cruzar el Duero en las cercanías de fresno de la Ribera. Enfilada la recta de Coreses, el tren avanzó sin dificultad hasta que ya entrando en la ciudad por Villagodio, aminoró la marcha. A las 11.10 había llegado a su destino. La duración del viaje, poco más de media hora, unos 34 minutos.

Los que venían desde Madrid tardaron una hora y 27 minutos, mientras que al regreso, con menos tiempo de parada, cubrieron la distancia en una hora y veinte minutos.

Una vez en la estación de Zamora la ministra fue recibida, nada más bajar del tren, por el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, quien pareció entenderse bien con Ana Pastor, aunque le pareciera que la visita era un "acto electoral" y el rato que pasó en Zamora, unos 35 minutos, prácticamente solo le diera tiempo arecorrer el andén, hacerse una foto en la fachada y pronunciar un breve discurso.

Guarido entregó a la ministra un sobre con sus peticiones, empezando por la colocación de aceras en la pasarela del paso elevado de Las Llamas. El problema es que el tablero del paso se construyó correctamente, con sus correspondientes carriles para el tráfico rodado y el espacio para las aceras, pero los accesos se dejaron provisionales, ya que se preveía que fueran los desarrollos urbanísticos los encargados de hacer los definitivos. Dada la situación del sector de la construcción no es previsible que se pueda acometer tal actuación a corto plazo, por lo que parece razonable que ADIF deje el paso en condiciones. "Me ha dado buenas palabras para construir aceras, porque si se ha podido acometer una obra de esta envergadura con la cantidad de millones que cuesta, me ha dicho que lo va a estudiar con detenimiento. Estoy contento me parece una respuesta correcta y el tiempo dirá si se ejecuta o no", señaló el alcalde. Además, el sobre que Guarido entregó a Pastor lleva otras peticiones, como el suelo industrial "tanto en un lado de la vía como en el otro que se podría cambiar de residencial a industrial para que cuando aquí se pueda venir desde Madrid en un tiempo récord haya un minipolígono industrial de alta tecnología junto a la estación del AVE". También le ha presentado el proyecto de la Asociación Ferroviaria para crear un Museo del Ferrocarril en naves sin uso de la estación y la creación de un punto de información en la terminal.

La presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo restó importancia a que el tipo de tren que llegue a Zamora son Alvia o de otro tipo. "La ministra ha dicho que en el momento en que acabe la formación de los maquinistas automáticamente se van a poner en servicio. Nuestra campaña promocional se centra en el AVE, no hay marca comercial. Lo que viene es alta velocidad y en ella hay Alvias, Avant o AVE, no sé exactamente el tren que va a venir, pero en todo caso es alta velocidad. Pasamos a formar parte de la Red de Ciudades AVE. Esta es la realidad".

Por su parte Jerónimo García Bermejo, subdelegado del Gobierno, se deshizo en halagos para con la ministra, de la que fue compañero de carrera. "Ya entonces era el rigor, la perseverancia, la seriedad y el compromiso y lo mantiene". Aseguró que es una zamorana que ha luchado por "hacer realidad la llegada del tren de alta velocidad a Zamora y por tanto me encuentro plenamente satisfecho. Ahora nos queda un trabajo a todos que espero sepamos estar a la altura de las circunstancias".

García Bermejo indicó que el próximo martes presentará a la Federación de Vecinos el proyecto de la pasarela peatonal sobre la estación que estuvo prevista en su día.