No se prodiga demasiado Ana Pastor por su tierra natal en visitas oficiales en su calidad de ministra de Fomento, pero seguro que a partir de ahora tiene un aliciente más para procurar llegarse por estos lares: el caluroso recibimiento que le dispensaron los vecinos de Zamora, que incluso aplaudieron cuando la vieron salir hacia el andén principal.

La visita de la ministra y la llegada del AVE congregaron a cientos de personas en el andén principal de la estación de Zamora, unos para ver a la alto cargo zamorana, que cae bien al respetable, otros por su afición al mundo ferroviario. Y la ministra se mostró también afable con todo el mundo, por mucho que el amplísimo séquito apenas dejara espacio para que ciudadanos de a pie pudieran acercarse a estrechar la mano a tan famosa zamorana.

Carmelo Ferrero lo logró y desde su silla de ruedas pudo entregar a Pastor una lámina de la fachada de la estación realizada a plumilla. "La ministra es encantadora, le ha gustado el cuadro que le he hecho".

Y entre el resto de los presentes, satisfacción general por lo vivido en la mañana de ayer, aunque algún lamento porque la distancia a la que se colocó a la ministra para dar su discurso, no permitió que el pueblo llano asistiera a sus palabras. La llegada del AVE "para mi está muy bien. Vivo en el extranjero, en Francia soy una persona mayor y a mi me viene muy bien para venir aquí donde tengo un par de pisos. Vengo con mucha frecuencia", dice Higinio Parra Colino, de 81 años. "Soy del pueblo más grande de la provincia de Zamora, por la cola, ya que vive una sola persona, Pepe Colino. Es Dornillas. He venido hoy porque me gusta el tema y me llevo en la cámara muchas fotos".

Ángel Escuadra, de 72 años, acudía a la estación con su mujer, Agustina Blanco, motivado también por el hito histórico de la llegada de la alta velocidad. "He sido ferroviario y no daba yo que en mi vida iba a ver venir el AVE. Además para mi es un regalo, porque es el aniversario, 49 años que nos casamos". Eso sí, le interesaba más el tren que los políticos: "He venido más a ver el tren que a la ministra. No tengo nada contra nadie, pero el tren ha sido mi vida".

Flora Romasanta, de 69 años confesaba haberse llegado hasta la estación de tren no tanto por el ferrocarril sino más bien para ver a la ministra. Sin embargo, "me quedé un poco decepcionada", no por la actitud de Ana Pastor, que estuvo muy simpática y atenta con todo el mundo, sino por la organización del acto. "Muchos se han ido mal porque el acto tenía que haber sido para la gente. La rueda de prensa la tenía que haber dado en este andén para que la pudiéramos escuchar. Además han dejado pasar a alguna persona que no era periodista porque tenían algún conocido".

Encarnita Malillos de 59 años era otra de las fans de Ana Pastor: "He venido a ver a la ministra porque me encanta, por inteligente, sencilla, y porque es de Zamora, además cerquita de mi pueblo; yo de Andavías y ella de Cubillos. Yo viajo mucho en el Alvia, y no sé si va a ha haber mucha diferencia por la nueva vía, lo único que se gane algo de tiempo, porque se viaja estupendamente".